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Planta de biogás del Parque Tecnológico de Valdemingómez, en MadridEuropa Press

Medio ambiente

En qué consiste el biometano o 'gas renovable', el combustible que sale de los residuos

Se puede utilizar para generar electricidad, proporcionar calor y energía a los hogares y las industrias y propulsar vehículos

Desde hace años, es constante la búsqueda de nuevos combustibles que actúen como alternativa a los fósiles, ya que de estos proceden la inmensa mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, se ha apostado por las energías renovables, como la solar o la eólica, que son mucho más respetuosas con el medio ambiente. Pero aún seguimos dependiendo del petróleo o el gas en un alto porcentaje.

Ante esto, surgen otras vías más sostenibles, como es el caso del biometano. También llamado 'gas renovable', se trata de un combustible con una elevada concentración de metano, que se obtiene a partir del biogás o del syngas –gas de síntesis–, que tienen un contenido en metano por debajo del 70 %, siendo este elemento el que le confiere la característica de combustible, tal y como explican desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

Se obtiene, por tanto, a partir del biogás, tras someter este último a un tratamiento conocido como upgrading. Mediante este proceso, que retira determinadas impurezas del biogás como el CO2, se logra que el gas alcance una proporción de metano que ronda el 95  %. Este grado de pureza, explican desde Repsol, permite su incorporación a la red gasista, mezclado con gas natural convencional.

Se trata de un gas 'bio' porque se produce a partir del tratamiento de residuos y es similar al gas fósil que se encuentra en la naturaleza. Tiene las mismas propiedades que el gas natural con respecto a otros combustibles fósiles, como que es neutro en emisiones CO2 y cuenta con menos emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas.

Está considerado, por tanto, un combustible 100 % renovable, ya que el biogás o syngas del que procede pueden originarse a partir de desechos biológicos, cultivos energéticos, lodos de aguas residuales o residuos orgánicos domésticos e industriales. Por ello, contribuye al desarrollo de la economía circular y favorece la transición energética, «contribuyendo a la constitución de un sistema energético descarbonizado para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de la UE», según recalcan desde el Miteco.

Usos y aplicaciones

La energía del biometano se puede utilizar para generar electricidad en centrales térmicas de ciclo combinado. Igualmente, su combustión proporciona calor y energía a los hogares o las industrias y propulsa vehículos de gas natural comprimido y gas natural licuado. Es precisamente su empleo como biocombustible renovable avanzado el que posibilita una mejora de la calidad del aire, al emitir menos gases de efecto invernadero.

Además de todo esto, el biometano se puede utilizar como materia prima para producir hidrógeno verde y sirve para aprovechar los residuos y fomentar la economía circular. Contribuye también a la sostenibilidad del sector agroganadero y a la generación de nuevos empleos, y es que la producción de biometano puede impulsar el desarrollo de las zonas rurales.

La hoja de ruta del biogás plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030 y prevé que ese mismo año al menos un 1 % del gas consumido a través de la red de gas natural sea biometano. Una cuota estimada que en otros países europeos es «alrededor de 10 % del consumo final de gas para el año 2030, o incluso del 20 % en el caso de Alemania», explica Óscar Barrero, socio líder del Sector Energía de PwC. Sin embargo, el potencial del biometano en España es mucho mayor, ya que el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) lo calcula en el triple que el objetivo de producción del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y otros informes recientes.