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Olas superiores a ocho metros en Playas de Riazor y Orzán, en La CoruñaEuropa Press

Cómo debe prepararse España ante la llegada de ciclones tropicales

Los meteorólogos advierten de que el calentamiento de las aguas propiciará la formación de estos profundos sistemas

Bernard, Ciarán, Domingos... el otoño no ha hecho más que comenzar y los españoles ya hemos sufrido la entrada de más de una borrasca con nombre, que son las que se consideran como «de gran impacto». Algunas de ellas son, además, pueden ser calificadas como borrascas explosivas o incluso ciclones tropicales o subtropicales.

A pesar de no ser habitual, de vez en cuando algún sistema tropical se desplaza fuera de su región habitual y puede llegar a España. Según datos de Eltiempo.es, desde que hay registros, solo este siglo, ya hemos recibido la visita de más de una docena de sistemas tropicales, lo que muestra que algo que antes era un escenario atípico ahora es cada vez más frecuente.

Este tipo de frentes se caracterizan por ser más violentos que a los que estamos habituados, con viento huracanado y lluvias muy intensas. Algo que, como ya hemos visto con las últimas borrascas, causa enormes daños en las ciudades con la caída de árboles o los desprendimientos en fachadas, pero también en el campo, donde provoca estragos en los cultivos generando pérdidas económicas cuantiosas para los agricultores.

Pero, ¿cuáles son las causas de este aumento en la formación de tormentas tropicales? Los meteorólogos apuntan a que el ingrediente fundamental es el aumento de la temperatura del agua del océano. Esto fomenta, según comenta Mario Picazo, que se produzca más energía para la producción de estas tormentas, que pueden desviarse y llegar al continente europeo.

De igual manera, se están dando condiciones oceánicas y atmosféricas favorables para que borrascas de latitudes medias acaben teniendo una estructura muy similar a la de una tormenta tropical. Es lo que ha ocurrido recientemente, por ejemplo, con el caso de Bernard, que llegó llena de energía a las costas de Andalucía y causó dos muertos y múltiples destrozos causados por el viento huracanado y la fuerte lluvia.

Desde Meteored matizan que se desconoce si hay precedentes de un incremento de tormentas tropicales en Europa similar en tiempos pasados. Esto se debe a que el histórico de datos fiable sobre los ciclones tropicales en el Atlántico Norte arranca en el año 1970, cuando llegó la tecnología satelital, por lo que es complicado establecer tendencias a largo plazo.

En cualquier caso, los expertos recomiendan a las administraciones estar alerta ante la posible llegada de este tipo de sistemas y a elaborar protocolos para evitar daños en la medida de lo posible. Desde Eltiempo.es recuerdan que el calentamiento global fomenta la rápida evolución de estas borrascas a tormentas tropicales o de estas últimas a huracanes, como ya ocurrió en Méjico con el huracán Otis.

Condiciones tropicales

El doctor en Física y meteorólogo de la Aemet, J.J. González Alemán, ya expresó en su perfil de X que las condiciones tropicales hacia nuestras regiones es una realidad.

Según el experto, el ambiente atmosférico/oceánico en el Atlántico Nordeste «sería capaz de soportar (teóricamente) un huracán de hasta categoría 3 o 4», algo que califica como una «barbaridad». Esto, según explica, nos indica la Intensidad Máxima Potencial, una magnitud que mide la máxima energía que un ciclón tropical podría obtener de la atmósfera y el océano o, en otras palabras, la máxima intensidad que podría alcanzar un ciclón tropical en caso de desarrollarse en la zona.

No obstante, el físico aclara que esto no quiere decir que se va a formar un huracán de categoría 4 en esta zona, sino que en caso de formarse un ciclón tropical podría alcanzar esa categoría si las condiciones son favorables para aprovechar esa energía.

Qué es un ciclón tropical

Se trata de centros de bajas presiones que se forman sobre los océanos tropicales o subtropicales y se diferencian de las borrascas de latitudes medias por no tener un origen «frontal». Tal y como explican desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es una tormenta de rápida rotación que extrae su energía solo del aire presente sobre las aguas calientes de los océanos tropicales. Las nubes que lo conforman dibujan una espiral que se desplaza muchas veces hacia un «ojo», que es la parte central del sistema que carece de nubosidad y suele mostrar condiciones meteorológicas tranquilas.