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Varias personas visitan el lugar que alberga la cumbre climática de las Naciones Unidas en Dubái ​AFP

La COP decide hoy si se menciona específicamente la salida de los combustibles fósiles en el acuerdo final

La cumbre ya ha examinado hasta tres borradores de la resolución, y las diferencias subsisten en torno al vocabulario sobre estos combustibles

De lo que se decida hoy en la cumbre del clima (COP28) que se celebra en Dubái dependerá el éxito o el fracaso de la reunión mundial. Los asistentes se enfrentan este lunes una larga jornada de negociaciones en la que los países deberán «levantar los bloqueos tácticos inútiles», en palabras del jefe del organismo de la ONU para el Clima, Simon Stiell.

El presidente emiratí de la conferencia climática, Sultan Al Jaber, mantuvo consultas hasta entrada la noche del domingo al lunes, según fuentes diplomáticas y observadores en Dubái. La Unión Europea (UE), que presiona para que se mencione específicamente la salida de los combustibles fósiles en el acuerdo final, mantuvo una nueva reunión ministerial en Dubái a primera hora. Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos y China también mantuvieron un encuentro bilateral el domingo para intentar desatascar el bloqueo.

La COP28, la que ha tenido más participantes hasta la fecha, cierra oficialmente sus puertas el martes, aunque cada año acostumbra a superar ese límite. La comunidad internacional hizo un balance de la acción climática desde el Acuerdo de París, firmado en 2015, y a partir de la COP28 debe marcarse nuevas metas más ambiciosas, acelerar la transición energética y las medidas de adaptación.

«Ni un minuto que perder»

«No tenemos ni un minuto que perder en esta última línea recta crucial», dijo Stiell, para quien tiene que haber «el máximo de ambición posible» sobre los dos temas más importantes: el abandono progresivo de las fuentes energéticas que han causado los gases de efecto invernadero y la ayuda financiera a los países más pobres. «Estamos a la espera del texto», indicó el responsable de un importante bloque de países a media mañana (hora local) en Dubái.

La COP28 ya ha examinado hasta tres borradores del acuerdo, y las diferencias subsisten en torno al vocabulario sobre los combustibles fósiles: una «eliminación», una «reducción gradual» de su uso, o una combinación de todos esos términos junto a compromisos en materia de energías renovables, o de financiamiento en otras áreas.

Al Jaber, jefe de la petrolera nacional emiratí, ha prometido un acuerdo «histórico» a partir del 12 de diciembre, aniversario del Acuerdo de París. Ese acuerdo implica intentar limitar el calentamiento del planeta a +1,5 °C en comparación a la era preindustrial. Esa es la «estrella polar» de las negociaciones, insiste el responsable emiratí.

Para una «supermayoría de países», en palabras del comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, eso pasa por trazar una ruta clara de transformación de la matriz energética mundial, con grandes consecuencias.

La oposición de Arabia Saudí e Irak

Arabia Saudí e Irak, dos grandes potencias petroleras, mostraron públicamente su oposición en la última gran reunión plenaria del domingo. A su juicio, nada indica que deba abandonarse completamente el petróleo, el gas o el carbón para cumplir con el objetivo de +1,5 ºC.

Los climatólogos insisten en que las emisiones de gases de efecto invernadero no están disminuyendo, y por lo tanto, hay que tomar medidas lo antes posible. El objetivo compartido por las casi 200 naciones presentes en Dubái es alcanzar la neutralidad cero de emisiones de aquí a 2050.

Un acuerdo podría pasar por conceder más tiempo a los países en vías de desarrollo para efectuar ese enorme giro energético. Y más ayudas públicas para la adaptación al calentamiento del planeta.