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En qué consisten los pellets presentes en las costas de Galicia y Asturias y cómo han llegado hasta ahí

Estas bolitas de plástico son consumidas por una serie de especies marinas y costeras y, una vez ingeridos, pueden causar daños físicos o la muerte

El cruce de reproches entre la Xunta y el Gobierno y las acusaciones a Alfonso Rueda de irresponsabilidad o de actuación tardía por parte de la izquierda protagonizan la actualidad política a las puertas de unas elecciones en la comunidad gallega. Todo a cuenta de una marea de pellets de plástico que están llegando a las costas gallegas y asturianas. Pero, ¿de qué tipo de materiales estamos hablando?

A pesar de que el nombre nos recuerde a los pellets que se utilizan para alimentar las calderas o estufas, no tienen nada que ver. Los que utilizamos como combustible son naturales, catalogados como biomasa sólida, y elaborados a partir de serrín natural seco sin aditivos. Por contra, los que están llegando a las playas son pequeños gránulos de plástico que se utilizan para fabricar casi todos nuestros productos de ese material.

La mayoría son microplásticos, es decir, de un tamaño de hasta 5 milímetros y se fabrican a partir de petróleo en diferentes industrias. Están compuestos de polipropileno, polietileno, poliestireno, cloruro de polivinilo o resinas sintéticas y son la materia prima con la que se producen artículos para la vida cotidiana como botellas de agua de plástico, contenedores y bolsas.

¿Es peligroso para la salud?

La Agencia Española de Seguridad Alimetaria y Nutrición (AESAN) ha aclarado que la mayor preocupación en relación a esta situación de contaminación radica de los llamados microplásticos y nanoplásticos: «Los peces pueden mostrar altas concentraciones, pero dado que están presentes principalmente en el estómago y los intestinos, generalmente son eliminados y no constituyen una importante fuente de exposición para los consumidores». Este no es el caso, sin embargo, de los crustáceos y mariscos bivalvos, que al consumirse también su tracto digestivo, «podrían más directamente llegar al consumidor».

El principal impacto, por ende, reside en el medio ambiente, ya que estos pellets de plástico son casi imposibles de limpiar y su liberación continua contribuye a la contaminación permanente de los ecosistemas y cadenas alimentarias.

Vertido en el mar de unas bolas diminutas que se utilizan para hacer productos de plásticoEFE

Cómo han llegado a las costas

El buque Toconao perdió el pasado 8 de diciembre seis contenedores, uno de los cuales contenía unos mil sacos de 15 kilogramos de pellets de plástico, además de otros containers con neumáticos y papel film. El accidente se produjo a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en Portugal, pero rápidamente el contenido del contenedor se fue esparciendo por la costa gallega y, posteriormente, por la asturiana.

Decenas de playas se han visto afectadas, sobre todo de las provincias de Pontevedra y La Coruña. No obstante, según apunta la asociación Noia Limpa, los restos de plástico han llegado ya a la provincia de Lugo. En el caso de Asturias, el Principado ha anunciado que se han recogido pellets en la costa occidental, como en la playa de Peñarronda, situada entre los concejos de Castropol y Tapia de Casariego.