Los ciclones tropicales, una de las mayores amenazas para la vida: han matado a 780.000 personas en 50 años
Se han atribuido 1.945 desastres a este tipo de fenómenos climáticos, que han causado pérdidas económicas de 1.285 millones de euros
Los desastres naturales, presentes en nuestro planeta desde los inicios del mismo, se producen de manera constante, condicionando la vida de muchísimas personas y el devenir de los países afectados. Si no que se lo digan a Japón, Marruecos, Turquía o Siria, cuatro países que en los últimos meses han estado afectados por fuertes terremotos.
Pero no solo los temblores causan desgracias, el clima también es responsable de miles de muertes y grandes daños en el globo. Los principales responsables a nivel meteorológico son los ciclones tropicales, también llamados huracanes o tifones según la región en la que se produzcan. Se trata nada menos que del segundo peligro natural más peligroso después de los ya mencionados seísmos.
Y es que con los datos que vamos a analizar a continuación será aún más evidente la potencia de estos fenómenos que no son más que una tormenta que gira rápidamente y comienza sobre océanos tropicales, pudiendo ser su ciclo de vida de entre 24 horas y hasta un mes. En concreto, se caracterizan por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión que produce fuertes vientos, lluvias torrenciales y olas gigantescas.
Visualmente las nubes que lo conforman dibujan una espiral que se desplaza muchas veces hacia un ojo, que es la parte central del sistema que carece de nubosidad y suele mostrar condiciones meteorológicas tranquilas.
Los ciclones tropicales se clasifican en diferentes categorías en función de su intensidad, aunque cada región del mundo utiliza escalas específicas: en el Atlántico y el Pacífico Norte se utilizan la Escala de Huracanes de Saffir-Simpson, mientras que en el Pacífico Norte manejan la Escala de Huracanes del Pacífico para clasificar los ciclones tropicales en categorías que pueden ir desde tormentas tropicales hasta huracanes de categoría 5, los más intensos.
71,5 millones de euros al día en daños
Según datos aportados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los ciclones tropicales son una de las mayores amenazas para la vida y para la propiedad, incluso en las primeras etapas de su desarrollo. En los últimos 50 años se han atribuido 1.945 desastres a ciclones tropicales, que han acabado con la vida de –nada menos que– 779.324 personas y han causado pérdidas económicas por valor de 1.285 millones de euros.
Esto, dicho de otra manera, supone un promedio de 43 muertes y 71.611.800 euros en daños al día. Los ciclones tropicales representaron el 17 % de los desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua y fueron responsables de un tercio de las muertes (38 %) y de las pérdidas económicas (38 %) durante el período de 50 años, todo teniendo en cuenta las cifras de la OMM.
A pesar de que estos huracanes suponen esa amenaza tan intensa, las tormentas tropicales y depresiones también pueden ser especialmente devastadoras. Las inundaciones por lluvias torrenciales y el tiempo severo, como los tornados, pueden causar daños extensos y pérdida de vidas humanas. Es lo que ocurrió, tal y como recuerdan desde la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera de EE.UU., con la Tormenta Tropical Allison produjo más de 1.000 milímetros de agua de lluvia en el área de Houston en 2001, causando cerca de 5.000 millones de dólares en daños y llevándose la vida de 41 personas.
El huracán Katrina en 2005, el tifón Haiyan en 2013, los huracanes Irma y María en 2017 y el ciclón tropical Harold en 2020 causaron asimismo importantes estragos en todos esos territorios, que aún continúan recuperándose de la destrucción y el desplazamiento ocurridos.
Para intentar que los efectos sean menores, la OMM quiere que los pronósticos sean más precisos y oportunos para que las personas puedan prepararse para los desastres antes de que ocurran. Aunque sea difícil luchar contra la fuerza de la naturaleza, los sistemas de información y detección de ciclones tropicales han ido mejorando con el paso del tiempo, algo que puede salvar vidas y evitar así que esa cifra de muertes continúe aumentando.