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Las aguas subterráneas se sitúan a nivel superficial en la corteza terrestreAquae Fundación

Las aguas subterráneas, en horas bajas: se agotan de forma acelerada en todo el planeta

Entre los pozos analizados por el estudio existen casos en los que los recursos hídricos agotados se recuperaron tras las intervenciones humanas

Son un recurso esencial para la vida que, debido a los cambios en el clima y a las extracciones insostenibles, ahora peligran. Hablamos de las aguas subterráneas, principal fuente de este líquido para muchas ciudades, industrias y explotaciones agrícolas y ganaderas.

Se sitúan a nivel superficial en la corteza terrestre y constituyen nada menos que más del 95 % del agua dulce del planeta, motivo por el que tienen un papel fundamental en la actividad humana y en el mantenimiento de los ecosistemas. Esta agua subterránea se ubica en unos emplazamientos denominados acuíferos, que son formaciones geológicas constituidas por diferentes capas porosas e impermeables que permiten el almacenamiento de agua dulce bajo tierra.

Pero los datos sobre estas reservas son demoledores. Según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos), la UCL (University College London) y la ETH Zúrich y publicado la pasada semana en la revista Nature, el 71 % de los acuíferos del mundo pierden agua subterránea, unas cifras que se han acelerado desde el año 2000 hasta ahora.

La investigación ha recopilado y analizado mediciones in situ de las tendencias del nivel del agua subterránea en aproximadamente 170.000 pozos de monitoreo que proporcionan nuevas limitaciones sobre la prevalencia de descensos rápidos y acelerados del nivel de las aguas subterráneas y su correlación con el uso de la tierra y los factores climáticos. Por otro lado, las mediciones destacan algún caso en el que los niveles de agua subterránea se han recuperado tras cambios de políticas y transferencias de agua entre cuencas. En concreto, se han examinado los acuíferos de 45 países, entre ellos España, donde se han tenido en cuenta 79 de esos almacenes subterráneos.

Tendencias del nivel de agua subterránea en el siglo XXINature

Una caída en los niveles que acelera

Los hallazgos del estudio muestran el agotamiento de las aguas subterráneas y el hecho de que la profundización de estas es más habitual en climas secos, así como en terrenos áridos y semiáridos bajo cultivo. Algunas tendencias de reducción de aguas subterráneas pueden explicarse por las extracciones de aguas subterráneas, cambios en la cobertura del suelo, proyectos gestionados de recarga de acuíferos y transferencias de aguas superficiales entre cuencas.

En el 30 % de los sistemas acuíferos la disminución del nivel de las aguas subterráneas se aceleró, superando las pérdidas a principios del siglo XXI a las de finales del siglo XX «con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar», según advierte el trabajo. Un problema que preocupa debido a que el agua subterránea proporciona aproximadamente la mitad del agua utilizada para beber y regar en todo el mundo y sustenta ríos y arroyos en ausencia de precipitaciones.

Pero no solo inquieta la falta de agua: el agotamiento de los acuíferos también provoca el hundimiento del terreno o, en zonas cercanas al mar, la intrusión de agua salada que contamine los pozos de agua dulce. Los datos aportados por el estudio van más allá e indican que la disminución del nivel de las aguas subterráneas se ha acelerado en las últimas cuatro décadas en el 30 % de los acuíferos regionales del mundo.

Hay solución

No obstante, no son solo malas noticias las que se extraen de este trabajo. Según el equipo, entre los pozos analizados existen también casos en los que los recursos hídricos agotados se recuperaron tras las intervenciones humanas, como los de Albuquerque (EE.UU.) y Bangkok (Tailandia). En ambas ciudades se tomaron medidas para reponer estos niveles de agua subterránea, entre los que destacan la implementación de políticas de conservación del agua, las transferencias de agua entre cuencas y el uso de aguas superficiales y de inundaciones pueden reponer los acuíferos agotados.

Su autor principal, el doctor Scott Jasechko de la UCSB, destacó que este estudio «muestra que los humanos pueden cambiar las cosas con esfuerzos deliberados y concentrados».

Los expertos piden soluciones

Una de las reivindicaciones más repetida por los expertos en materia medioambiental es que se dé una solución global a la sobreexplotación de las aguas subterráneas. Según indica Jaime Gómez, responsable del grupo de Hidrogeología del IIAMA-UPV, las aguas subterráneas «son una fuente de recursos hídricos muy importante y es en este momento, que parecen erigirse como alternativa ante la escasez de agua inducida por el impacto del cambio climático, cuando se deben promulgar toda una serie de principios que rijan su uso y explotación».

Un buen ejemplo de recuperación es el acuífero de La Mancha Oriental, que se descubrió en los años 60 y se sobreexplotó sin un control suficiente que evitara el descenso continuado de sus reservas. De hecho, el río Júcar se secó por primera vez en la historia reciente durante la sequía de los años 90 del siglo pasado y a raíz de este suceso se promulgaron toda una serie de iniciativas y acciones que permitieron mejorar su estado.