Un estudio cambia la idea sobre la evolución del clima en la Tierra
En el trabajo se destaca la imposibilidad de que las temperaturas globales alcanzaran los 80 grados hace unos 500 millones de años
Los investigadores climáticos buscan continuamente conocer cuál ha sido la evolución del clima de nuestro planeta para poder entender también el estado del mismo en la actualidad y el que puede venir en un futuro próximo. Hasta el momento se creía que la superficie de la Tierra durante los últimos 2.000 millones de años había registrado temperaturas muy altas, algo que ahora parece quedar desmitificado.
Un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de Nueva Zelanda y publicado hace unas semanas por la revista Science muestra que nuestro planeta ha tenido un clima relativamente estable y templado. Esto choca con las interpretaciones de una Tierra primitiva caliente, lo que indica un sistema climático fuertemente amortiguado.
En el trabajo se destaca la imposibilidad de que las temperaturas globales alcanzaran los 80 grados hace unos 500 millones de años. Por contra, se calcula que las condiciones eran mucho más suaves, oscilando entre los 2 y los 46 grados. Estos hallazgos suponen un cambio a la hora de entender el sistema climático de la Tierra y proporcionan «información relativa a las condiciones que permiten el origen y la evolución de la vida», según indica el doctor Terry Isson, autor principal del estudio.
«No podemos utilizar nuestro planeta como un laboratorio a gran escala. Mirar al pasado proporciona una manera de comprender los procesos que regulan el clima de la Tierra», comenta Isson. Para conocer estos aspectos del pasado, los investigadores utilizaron cinco registros de datos únicos derivados de distintos tipos de rocas que comprenden más de 30.000 puntos de datos que abarcan la larga historia de la Tierra.
«Al combinar registros de isótopos de oxígeno de diferentes minerales, hemos podido conciliar una historia unificada de la temperatura en la Tierra que es consistente en los cinco registros y la composición isotópica de oxígeno del agua de mar», explica el doctor. Las conclusiones del estudio apuntan a la posibilidad de que esas temperaturas fuesen, como hemos dicho, entre 2 y 46 ºC, mucho más bajas de lo que se venía apuntando.
Relevancia «limitada» para el sistema climático actual
A pesar de que esto supone un cambio a lo estudiado hasta el momento, los científicos consideran que la relevancia de este hallazgo para el sistema climático moderno es «limitada» y no debe interpretarse como que la Tierra vaya a «curarse a sí misma» y nos libere «de cualquier responsabilidad de mitigar el calentamiento inducido por el hombre, que ya está en marcha», recalca el doctor Giuseppe Cortese, científico principal en paleoclima de GNS Science (Nueva Zelanda), que no participó en la investigación.
En cualquier caso, esta es la primera evidencia directa de un vínculo claro entre la evolución de las plantas, las criaturas marinas que forman esqueletos y conchas de sílice, la formación de arcilla y el clima global. El estudio apunta que el proceso de formación de arcilla puede haber desempeñado un papel clave en esa regulación del clima en la Tierra primitiva y en el mantenimiento de las condiciones templadas, responsables de permitir la evolución y proliferación de la vida.