Estas son las pistas que pueden confirmar la presencia de un lobo cerca de tu casa o rebaño
Los vecinos de regiones como Asturias, Galicia o León denuncian que cada vez se acercan más a los pueblos, con el riesgo que eso supone para los vecinos
Las llamadas comunidades loberas –principalmente Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, pero también La Rioja o País Vasco– llevan mucho tiempo pidiendo que las autoridades saquen al lobo del listado de especies protegidas (Lespre). Una petición que, parece, puede empezar a vislumbrarse después de que el Partido Popular propusiera en el Congreso rebajar la protección de este animal.
Una proposición que contó con el apoyo de grupos tan dispares como PP, Vox, PNV y Junts, atendiendo así a las peticiones de los ganaderos, que se ven asediados por el lobo y observan cómo su actividad económica se diluye sin que las administraciones hagan más que pagar una compensación por cada animal muerto a manos del cánido.
Mercedes Cruzado, ganadera y secretaria de COAG Asturias, expresaba a El Debate en una entrevista el hartazgo de los profesionales del campo en el Principado debido a la irrupción de estos animales en sus prados y el temor a que «cualquier día» ocurra una desgracia, como casi se dio a principios de abril cuando un joven de 17 años de Cangas de Onís tuvo que encaramarse a un árbol para evitar ser devorado por una pareja de lobos.
Pero, ¿qué signos nos pueden alertar de la presencia de lobos merodeando por nuestros terrenos? Ante esta pregunta, Cruzado directamente responde que ya se les ve «a simple vista, con total facilidad». Han perdido el miedo a los humanos y cada vez con más frecuencia bajan a los pueblos, e incluso a zonas de costa donde era poco habitual verlos.
Pero, en caso de no vislumbrarlos, existen varias señales que pueden delatarlos, como identificar deposiciones de lobo, que se caracterizan por contener pelos de gato y otros restos que no se digieren, diferenciándose así de las de perro.
Igualmente, Cruzado recomienda fijarse en las pisadas de lobo, que son grandes –las de adulto, de 10 centímetros de largo por 8 de ancho; las de lobezno, de 4 centímetros por 4– y marcan cuatro dedos con uñas. Además, comenta que es habitual observar pelos en los alambres de espino que rodean los prados.
También se puede contemplar claramente en la actitud de los animales, que tras la aparición de un lobo están «espantados». Mercedes relata cómo el año pasado, tras la irrupción de un lobo en sus tierras, un grupo de novillas y un toro salieron en estampida llevándose el hilo del pastor y se escondieron en el monte: «Tardé varios días en encontrar a las novillas y una semana en dar con el toro», explica. «Cuando los ves todos acurrucados intentando protegerse entre ellos ya sabes que está por ahí el lobo», añade.
Decepción con el PSOE de Asturias
La secretaria general de COAG expresaba en la entrevista a este medio su descontento con el PSOE asturiano, que en el Principado dice estar del lado de los ganaderos y solicita la salida del lobo del Lespre, pero luego en el Congreso sus diputados votan en contra.
«Si no pueden defender a quien los vota, ni a quien los apoya, ni al territorio al que representan, ¿qué demonios hacen ahí? ¡Que se vayan para su casa y se dediquen a otra cosa!», estallaba Cruzado. Y aludía a personas concretas, como Adriana Lastra, diputada por Asturias, y Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente y exalcalde del concejo de Lena.
Sobre ellos decía que son unos «traidores con Asturias, con el mundo rural, con los ganaderos, con la producción de alimentos...» y añadía no entender la postura de Morán cuando fue regidor de un municipio «muy afectado por los lobos» y que vivió «en primera persona» la situación, por lo que pudo ver cómo afecta a la ganadería y a la gente de los pueblos. «Que no lleguen diciendo que están de nuestro lado, que les preocupa el reto demográfico y que después lleguen allí y tengan la cara tan dura de votar en contra de una medida como esta», remataba.