El desmán ibérico, una especie exclusiva de la Península que encara su extinción

En las zonas montañosas del norte de la Península Ibérica y el sur de Francia reside un curioso animal cuya persistencia peligra gravemente. Se trata del desmán ibérico, también conocido como desmán de los Pirineos o almizclera (Galemys pyrenaicus), muy similar anatómicamente a la rata, el topo o la musaraña.

Este animal semiacuático ya solo reside desde el Sistema Central y el norte de Portugal hasta los Pirineos, los restos de una población con una distribución más amplia hace unos 2.000 millones de años. Reside fundamentalmente en aguas de buena calidad y se encuentra incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas debido a su disminución notable en las últimas décadas.

El desmán comparte con el visón europeo –en peligro crítico de extinción– una de las causas de su declive: la presencia del visón americano, una especie invasora que compite con ellos en la búsqueda de recursos. Pero el cambio en el clima también tiene algo que ver, y es que los largos períodos de caudal mínimo en los ríos y el aumento de la temperatura de las aguas ha provocado que el hábitat para la especie se reduzca.

Asimismo, la creación de barreras artificiales en los ríos, como presas o azudes, también ha frenado el crecimiento de las poblaciones de estos animales, uno de los motivos por el que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha impulsado el derribo de estas estructuras que se levantaron «sin pensar en la biodiversidad», según expresan miembros del proyecto Life Kantauribai.

Esa pérdida del hábitat natural hace que las poblaciones del desmán «se fragmenten» y eso depara «problemas genéticos de consanguinidad» que también afectan a la supervivencia de este pequeño animal, confundido en ocasiones con la rata de agua a pesar de su llamativo morro en forma de trompeta, explica a Efe el director general de Medio Natural y Paisaje de La Rioja, Ignacio Sáenz de Urturi.

Estrategia para su conservación

No se trata de una situación novedosa, sino que desde hace años se intenta que este animal endémico de la Península Ibérica sobreviva. En 2013 se elaboró la Estrategia de Conservación del desmán ibérico, que identifica y describe las amenazas que sufre este ser vivo en las que, además de las ya mencionadas, destaca también la contaminación de las aguas o la degradación de la vegetación de ribera.

También se menciona la mortandad accidental, provocado principalmente por las infraestructuras hidráulicas, como tuberías, canales o tubos, así como la pesca ilegal de salmónidos mediante el vertido de lejía o cal viva durante el estiaje.

No obstante, el principal motivo de declive poblacional, según el texto del, por entonces, Ministerio de Medio Ambiente, es la fragmentación de las poblaciones, que son normalmente consecuencia de la suma de las amenazas anteriormente descritas. Esta situación dificulta la colonización de nuevas áreas y podría llevar a extinciones locales, además de propiciar la endogamia.

«Reacción inmediata»

Ante la situación crítica de la especie, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) convocó el pasado 11 de marzo al grupo de trabajo, formado por las comunidades autónomas y el Estado, así como por un grupo de expertos, llegando todos a la conclusión de que se requiere una reacción inmediata.

Entre las medidas para revertir esta tendencia están la lucha contra el visón americano, la catalogación de toda la población en peligro crítico de extinción –actualmente solo lo estaba la del Sistema Central– así como la cría en cautividad.