Los pueblos asturianos, contra el plan de Barbón de instalar parques de baterías: «Son un riesgo para la salud»
Los vecinos de varias localidades asturianas están en pie de guerra contra el Gobierno del Principado a cuenta de la instalación de parques de baterías en sus terrenos. El Ejecutivo asturiano, con el socialista Adrián Barbón al frente, ha recibido ya 170 solicitudes de instalaciones de estos parques, una decena de ellas en su capital, Oviedo. Por ahora, sin embargo, ninguna ha pasado todavía la primera etapa.
A pesar de ello, son ya varias asociaciones vecinales, agrupaciones ecologistas y ganaderas y partidos políticos los que se han opuesto frontalmente a la construcción de estas instalaciones energéticas en espacios rurales.
Estos parques de baterías son sistemas de almacenamiento de energía que acumulan electricidad proveniente de la red eléctrica, directamente de una central o de fuentes de energía renovable, como paneles solares o parques eólicos. De esta manera, la energía se almacena en forma de corriente para liberarla cuando sea necesario.
Desde el Partido Popular se muestran contrarios a su instalación y denuncian que ya hay 40 autorizaciones en toda Asturias, muchas de ellas en suelo agrícola, pero hay más de 170 en curso. «Asturias está en riesgo de convertirse en lo que sería un Tetris, una serie de almacenes de baterías de distintos tamaños por toda Asturias», ha alertado el diputado autonómico Luis Venta.
Tras visitar las zonas del concejo de Villaviciosa en las que se pretende instalar este tipo de construcciones, Venta ha vaticinado que la implantación de estas instalaciones en zonas rurales cercanas a viviendas, en lugares cercanos a explotaciones agrícolas o ganaderas o en las inmediaciones de masas forestales «supondría un daño irreparable para el medio rural, conllevaría un incremento del riesgo de incendios, acarrearía una pérdida de valor de las fincas y propiedades situadas en el entorno y supondría tanto una molestia especialmente gravosa para los vecinos de la zona, como un riesgo para su salud».
Pero no solo el PP ha alzado la voz. Se oponen tanto asociaciones vecinales, como ecologistas, pero también ganaderas, y es que Asturias Ganadera ya mostró su apoyo a la plataforma transversal Stop Baterías. La agrupación considera que este tipo de instalaciones, perjudiciales para la salud, se ubiquen cuando sea necesario en zonas degradadas y deshabitadas, en polígonos industriales, y que nunca ocupen un suelo rural que debe respetarse con objetivos de producción agraria.
El PSOE lo ve «prioritario»
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, ha querido tranquilizar a la población recordando que la tramitación tiene varios aspectos y que ha de contar con una autorización administrativa previa, y después con el informe del impacto ambiental para poder construirse. En cualquier caso, ha insistido en que ninguno de los parques está a día de hoy en condiciones de empezar a instalarse, explicando que el trámite es «largo».
Por su parte, el concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Oviedo, Juan Álvarez Areces, ha defendido los almacenes de baterías como «absolutamente prioritarios» para la estrategia de descarbonización. El PSOE, ha dicho, está a favor de los almacenes, pero no de que se distribuyan a lo largo de todo el territorio «sin una planificación». En este sentido ha valorado positivamente que el Principado esté trabajando en la elaboración de los criterios para que los ayuntamientos puedan ordenar en sus territorios los almacenes. El edil ha explicado, ante los recelos que pueden despertar estos almacenes, que los problemas medioambientales que puedan tener «se limitan al espacio» que ocupan.
Desde la Coordinadora Ecologista aseguran que si no hay más parques autorizados es gracias a su labor informativa a los vecinos de los pueblos donde van estos proyectos de instalaciones eléctricas, «del que nunca fueron informados ni por el Principado ni por los Ayuntamientos». El colectivo ecologista recuerda a Roqueñí que su Consejería ya ha autorizado dos de los parques proyectados, uno en Salas y otro en Siero, sin atender las alegaciones que presentaron desde la Coordinadora.
Explican además que de los 38 proyectos públicos que se conocen, solo están en zona industrial, ocho (tres en Oviedo, dos en Gijón, uno en Aviles, uno en Mieres y uno en Llanera) todos los demás se ubican en zona rural. «Nuestro principal argumento es la escasa distancia que habría entre los parques de baterías y las viviendas. La proximidad conlleva una fuerte contaminación electromagnética para la vecindad. Los datos recabados hasta ahora evidencian que la exposición excesiva a campos electromagnéticos aumenta el riesgo de leucemia en adultos, cáncer de mama o cerebral, y afecta por igual a hombres y mujeres», insisten los ecologistas. Por todo ello reiteran que la ubicación de los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) debe atender a criterios prácticos y responsables instalándose en zonas industriales.
Mensaje de tranquilidad
El Principado quiere calmar las aguas entre los vecinos difundiendo un mensaje de tranquilidad para evitar que estos proyectos se paralicen. El consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, de Izquierda Unida, ha anunciado que su departamento elaborará una instrucción para abordar la tramitación de la instalación de baterías en Asturias hasta la aprobación. La previsión es que sea a finales de este año cuando se publique el decreto con las directrices para el establecimiento de estos almacenes de energía.
El consejero ha querido, por tanto, calmar a los vecinos que viven y trabajan en el medio rural y ha asegurado que defenderá siempre una «transición justa con las personas y los territorios». Igualmente, Zapico ha considerado «a todas luces insuficiente» una distancia de seguridad de cien metros alrededor de las instalaciones y ha señalado que esa medida será mayor cuantas más baterías recoja el proyecto.