Los bomberos trabajan en el Jardín Botánico después de un incendio forestal en Viña del Mar
Los incendios en 2024 han quemado un 46 % menos de superficie que el año pasado
Unas lluvias más abundantes de lo habitual a finales de la pasada primavera y principios del verano han propiciado esta mejora
Finaliza el mes de agosto, uno de los peores en cuanto al fuego, con buenas noticias respecto a los incendios forestales en nuestro país: este año nuestros bosques se han quemado menos.
Según los datos aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica –recogidos desde el 1 de enero hasta el 25 de agosto– concretamente, se han quemado 42.314 hectáreas, un 46 % menos que la media de los últimos 10 años y solo un 55 % de la superficie del año pasado. En lo que va de año, el incendio más grave ha sido el de Andújar (Jaén) declarado el pasado 18 de agosto, que arrasó unas 3.600 hectáreas.
A pesar de que Pedro Sánchez alertó en 2022 –cuando el fuego había devorado 248.793,90 hectáreas de nuestros bosques– de las graves consecuencias que traería el cambio climático, vaticinando erróneamente que estos fuegos irían a más, las cifras de los terrenos forestales calcinados han ido disminuyendo. Además, la mayor parte de los incendios que se producen en nuestro país son provocados por personas de manera voluntaria o por accidente, no por el cambio climático.
Las cifras bajaron considerablemente
En los primeros ocho meses del año se han registrado un total de 4.742 siniestros, entre conatos (fuegos que arrasan menos de una hectárea) e incendios, cuando la media de la década es de 7.359. En 2022 por estas fechas llevábamos más de 8.300 hectáreas calcinadas. El año más terrorífico.
Conatos e incendios registrados desde el 1 de enero hasta el 25 de agosto
Ya el verano pasado, las cifras se redujeron considerablemente: 78.852,88 hectáreas, un número que ha seguido descendiendo durante el 2024: 42.314,12 hectáreas. Los datos más bajos de los últimos años.
Unas lluvias más abundantes de lo habitual a finales de la pasada primavera y principios de un verano con olas de calor menos seguidas que en otras épocas estivales, a lo que se suman ahora sucesivos días de lluvias y tormentas, han propiciado, entre otros factores, menor virulencia de incendios forestales en lo que va de año.
Así lo ha explicado a Efe el ingeniero de montes Víctor Resco de Dios, profesor de ingeniería forestal en la Universidad de Lleida, tras explicar que las condiciones meteorológicas este año están detrás de gran parte de la reducción de incendios, y ha advertido de que no debería limitarse al devenir de los elementos naturales la gestión del fuego en este país.
