El ciclón Boris deja dos desaparecidos y graves daños tras su paso por Italia
Golpea al país tras dejar 23 muertos y enormes daños en Europa Central
El paso del ciclón Boris por el norte y centro de Italia ha dejado dos desaparecidos, más de 1.000 personas evacuadas y enormes daños, especialmente en la región de Emilia Romagna, donde algunos municipios sufrieron importantes inundaciones.
Aunque la situación está mejorando, sigue preocupando la subida del nivel del río Savena en Bolonia, mientras que en Modigliana (Forlì-Cesena) preocupa la crecida del río Tramazzo, y ahora se intenta que el agua baje en las localidades de Castel Bolognese (Rávena) y Faenza, donde se desbordaron los ríos Marzeno y Lamone y barrios enteros quedaron sumergidos.
Según los datos meteorológicos, en 24 horas cayeron 250 mm de lluvia en estas zonas, que ya habían sufrido graves inundaciones en mayo de 2023.
Las zonas más afectadas son el pueblo de Modigliana, azotado por deslizamientos de tierra, donde ayer por la tarde «el río explotó repentinamente», como afirmó el alcalde Jader Dardi y algunas áreas de la provincia de Bolonia, con el río Idice aún desbordado.
En Faenza, Castel Bolognese, Cotignola el agua inundó algunos barrios y en el municipio de Traversata de Bagnacavallo, el rio Lamone rompió la barrera que se había construido para evitar las inundaciones y llegó al pueblo provocando el derrumbe de varias casas y algunas personas fueron rescatadas de los tejados en helicóptero y otras en lanchas neumáticas.
Es en este pueblo donde se busca a dos personas que, según un testigo, cayeron al agua cuando su casa se derrumbó, indicaron los medios italianos.
Durante la noche ha dejado de llover en estas zonas, pero la alerta meteorológica roja fue confirmada para este viernes en toda Emilia-Romaña y las escuelas permanecerán cerradas en la zona de Rávena, mientras que en Forlì-Cesena habrá «cierres en las zonas más afectadas», explicó la presidenta regional, Irene Priolo.
«En algunas zonas ha llovido tres veces más en la mitad del tiempo, pero la emergencia no ha terminado, ahora los ríos deben llegar al mar, el problema de los deslizamientos de tierra persiste», afirmó el jefe de Protección Civil, Fabio Ciciliano.
Mientras, los alcaldes de las zonas afectadas lamentaron que las ayudas que habían pedido tras las inundaciones de hace un año y medio nunca llegaron.
El alcalde de Faenza, Massimo Isola, explicó que «el problema era el arroyo Marzeno, que se precipitaba hacia el valle a toda velocidad. Llevamos seis meses esperando la ordenanza 13 bis del comisario Francesco Figliuolo (responsable nombrado por el Gobierno para las inundaciones de hace un año y medio, que debería habernos concedido 3 millones para una intervención en esa zona», lamentó.
Massimiliano Pederzoli, alcalde de Brisighella, municipio de la provincia de Rávena, con 130 desplazados acogidos en un convento, también se desahogó ante los medios: «¿Hemos hecho prevención después de la inundación de hace un año? No, porque no hemos recibido ni un céntimo de la dirección del comisario para la consolidación de desprendimientos y carreteras».