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Los huracanes Kirk, Leslie y MiltonNASA

Por primera vez en la historia hay tres huracanes activos en el Atlántico en un mes de octubre

Kirk, Milton y Leslie se encuentran ahora mismo activos en un mes que, por lo general, suele ser más tranquilo

En España los meteorólogos tienen los ojos puestos en el huracán Kirk, que llegará este martes a la altura de las islas Azores y se degradará, previsiblemente, a tormenta tropical. Después de un agosto extraño debido a la ausencia de huracanes, la temporada se ha intensificado al llegar a su tramo final.

Y es que en estos momentos hay tres huracanes activos en el Atlántico: Kirk, Leslie y Milton. Según ha confirmado el doctor y meteorólogo Philip Klotzbach, es la primera vez que, según los registros establecidos, durante el mes de octubre hay tres huracanes activos simultáneamente en la cuenca del océano Atlántico.

Según explican los meteorólogos, desde principios de septiembre de 2017 no ocurría algo similar, pero nunca en un mes de octubre. El último en llegar ha sido Milton, situado en el golfo de México, que se convirtió este domingo en un huracán de categoría 1 después de que sus vientos se intensificaran hasta los 129 kilómetros por hora, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.

Este huracán tocará tierra en Estados Unidos tras el paso de Helene, que ingresó el pasado 26 de septiembre por el noroeste de Florida como un huracán de categoría 4, dejando una estela de devastación de más de 800 kilómetros a lo largo de los estados del sureste, con especial impacto en Carolina del Norte.

Kirk llegará a Europa el martes

Uno de los tres huracanes activos, Kirk, llegará a Europa ya degradado a tormenta tropical o ciclón extratropical. El ciclón se desplaza hacia el norte-noroeste y se espera que en las próximas horas comience a debilitarse al moverse sobre aguas más frías y hacia un entorno menos favorable para los huracanes. A medida que pierde fuerza, es probable que el martes Kirk pierda sus características tropicales y se transforme en una potente borrasca atlántica, que seguirá generando vientos muy fuertes en una amplia zona a su alrededor. Esta borrasca se desplazará rápidamente hacia el este-noreste, acercándose al noroeste de la Península Ibérica entre la tarde del martes y el miércoles.

El impacto de esta borrasca provocará un fuerte temporal en los litorales gallegos y cantábricos, con rachas de viento muy fuertes en gran parte de la Península, que podrían ser localmente huracanadas. Además, se espera que las precipitaciones sean generalizadas en las vertientes atlántica y cantábrica. Debido a la incertidumbre en la evolución del sistema y la magnitud de los impactos previstos, la Aemet recomienda seguir atentamente las actualizaciones de los pronósticos.

Según avisan desde la Agencia Estatal de Meteorología en una nota extraordinaria, partir de la tarde del martes, se prevé un aumento de los vientos del sur-suroeste, con intervalos de viento fuerte en las costas gallegas y rachas muy intensas en Galicia, la cordillera cantábrica y el norte del sistema ibérico. Las lluvias se extenderán por el tercio noroccidental peninsular, siendo localmente fuertes y persistentes en el oeste de Galicia.

El miércoles se espera un temporal fuerte en los litorales atlánticos gallegos, con vientos del sur y suroeste que alcanzarán fuerza 8 o 9 en la escala de Beaufort, y olas de 6 a 7 metros. Este temporal se extenderá al Cantábrico, con vientos y oleaje de hasta 6 metros. Las rachas muy fuertes afectarán a gran parte de la Península, especialmente en el cuadrante noroeste, donde podrían alcanzar intensidad huracanada en zonas altas. Las lluvias continuarán en buena parte del territorio, especialmente en el oeste de Galicia y el sistema Central.

A partir del jueves, con el alejamiento de la borrasca, el viento empezará a amainar, aunque el temporal podría persistir en el Cantábrico oriental y en áreas del Mediterráneo. Las lluvias también irán disminuyendo, aunque las acumulaciones en Galicia podrían ser significativas, lo que podría generar crecidas de ríos y deslizamientos de tierra.