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Calle de Málaga con calimaEuropa Press

España sufrió entre 2020 y 2022 las calimas de polvo sahariano más intensas desde que hay registros

Este fenómeno meteorológico extremo comenzó a observarse en 2018, con un primer episodio en el Mediterráneo Oriental

España experimentó las calimas de polvo sahariano más intensas jamás registradas entre 2020 y 2022, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), basado en datos de calidad del aire recopilados entre 2000 y 2022 de 341 estaciones en España y Portugal.

Durante estos episodios, localidades como Tenerife y Almería alcanzaron niveles cercanos a los 5.000 microgramos por metro cúbico (µg/m3), y en Gran Canaria se superaron los 5,250 µg/m3. En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que las concentraciones de PM10 seguras para la salud no deben exceder los 45 µg/m3.

El estudio se enfocó en la concentración de partículas PM10 y PM2,5, cuyo tamaño inferior a 10 y 2,5 micras, respectivamente, afecta la calidad del aire. Para analizar los datos, Sergio Rodríguez y Jessica López Darias desarrollaron un método de reconstrucción de datos que corrigió la saturación de los dispositivos de medición durante estas «supercalimas».

Gracias a esta metodología, pudieron reconstruir 1.690 horas de datos de PM10 en 55 estaciones, lo que permitió observar que entre 2020 y 2022 se produjeron «supercalimas» en Canarias, con concentraciones de partículas de entre 600 y 1,840 µg/m3 de PM10, siendo este último un récord registrado en Gran Canaria. Tradicionalmente, los episodios intensos en el archipiélago oscilaban entre 200 y 400 µg/m3 en un periodo de 24 horas.

En el territorio continental de España y Portugal, las concentraciones de PM10 también alcanzaron niveles sin precedentes, especialmente durante la calima del 15 y 16 de marzo de 2022. En Almería, los niveles oscilaron entre 1,500 y 3,100 µg/m3; en Salamanca, Ávila y Valladolid, entre 800 y 950 µg/m3; y en el centro de Portugal, entre 600 y 650 µg/m3. Zonas de Orense y el norte de Portugal también se vieron afectadas, con valores de entre 440 y 480 µg/m3. Habitualmente, las concentraciones de partículas PM10 en la Península Ibérica no superan los 100 µg/m3 durante los episodios de calima.

El estudio, publicado en Atmospheric Chemistry and Physics, señala que las «supercalimas» de polvo sahariano coinciden con ciertas anomalías meteorológicas que afectan a todo el hemisferio norte, pero no analiza directamente la relación con el cambio climático. No obstante, destaca que estos eventos se producen bajo la influencia de anticiclones subtropicales desplazados hacia latitudes más altas, un ensanchamiento de la franja tropical y ondas de Rossby amplificadas, patrones que en estudios previos se han relacionado con el calentamiento de la atmósfera debido a las emisiones de dióxido de carbono.

Este fenómeno meteorológico extremo comenzó a observarse en 2018, con un primer episodio en el Mediterráneo Oriental. A este le siguió la «supercalima» conocida como 'Godzilla' en junio de 2020, que afectó el Caribe y Norteamérica. En 2021, se registraron eventos similares en China y Uzbekistán, todos ellos vinculados a dipolos meteorológicos.

Aunque el polvo desértico de estas calimas es cada vez más intenso, la paradoja radica en que las emisiones de polvo desde el norte de África y Asia están disminuyendo debido a la menor intensidad de los vientos en esas regiones, efecto atribuido al calentamiento global. Esto complica considerablemente la previsión a largo plazo de estos fenómenos, debido a las variaciones climáticas que influyen en su formación y en la distribución del polvo a nivel global.