El hielo marino en la Antártida vuelve a recuperarse tras mínimos históricos
La desaceleración observada en diciembre brinda una pausa a la hipótesis de que el calentamiento global esté desencadenando cambios más duraderos en la formación de hielo marino alrededor del continente
La extensión del hielo marino en la Antártida mostró una recuperación en diciembre tras un prolongado período de mínimos históricos, según científicos estadounidenses, lo que ofrece un respiro frente a las preocupaciones de que el continente helado podría estar experimentando un cambio permanente.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC, por sus siglas en inglés), la tasa de pérdida de hielo marino durante los meses cálidos de primavera, noviembre y diciembre, se desaceleró significativamente, situándose muy por debajo del promedio. Esta recuperación llega después de un «prolongado período de mínimos diarios récord o cercanos a récord» registrado en 2023 y 2024, años que marcaron récords de calor debido al aumento global de temperaturas provocado por el cambio climático.
Al cierre de 2024, la extensión del hielo marino alcanzó los 7,3 millones de km², acercándose al promedio registrado entre 1981 y 2010, según el NSIDC. Este cambio destaca la alta variabilidad en la extensión del hielo marino antártico.
El calentamiento global, impulsado por actividades humanas, continúa elevando las temperaturas oceánicas, provocando el derretimiento de las capas de hielo de la Antártida. Esto amenaza con un aumento global del nivel del mar y pone en riesgo a las comunidades costeras. Desde 2023, las temperaturas oceánicas, tanto en la superficie como en las profundidades, han alcanzado niveles récord, exacerbadas por el fenómeno de El Niño, que intensificó el calor a nivel mundial.
Desde mediados de 2016, los científicos han expresado su preocupación ante la posibilidad de que el calentamiento global esté desencadenando cambios más duraderos en la formación de hielo marino alrededor del continente. La teoría de un «cambio de régimen» en el comportamiento del hielo cobró fuerza tras periodos persistentes de extensiones por debajo del promedio, especialmente con récords dramáticos en 2017, 2023 y 2024.
Sin embargo, el NSIDC destacó que la desaceleración observada en diciembre brinda una pausa a esta hipótesis. No obstante, advirtió que un rebote mensual no es suficiente para descartar por completo la posibilidad de cambios estructurales a largo plazo en el hielo marino de la Antártida.