Rudiger, Herminia o Konrad: ¿quién pone nombre a las borrascas?

En España estamos viviendo una temporada de intensas lluvias en casi todo el territorio nacional. Después de Jana, ha venido Konrad, y antes de estas otras borrascas como Filomena o Herminia han pasado por nuestro país. Si hay algo que llama la atención de estos fenómenos meteorológicos es su nomenclatura, ya que para denominarlos utilizamos nombres propios de hombres y mujeres.

Este curioso hábito se empezó a utilizar con la finalidad de informar a la población de una manera más concreta y con más impacto, ya que es más sencillo así identificar y seguir las borrascas que van pasando por España. Pero, ¿quién elige los nombres de estos fenómenos?

Desde la temporada 2017-2018 España forma parte del Grupo Suroeste, en el que también se encuentran los Servicios Meteorológicos Nacionales de Portugal (IPMA), Francia (Météo-France), Bélgica (RMI) y Luxemburgo (MeteoLux), y es el encargado de asignar los nombres a las borrascas.

No todas las borrascas reciben un nombre, solo aquellas que se prevé que tendrán un impacto significativo en la región. La decisión la toman los Servicios Meteorológicos Nacionales de los países del Grupo Suroeste, basándose en la intensidad del viento. Para que una borrasca sea nombrada, las rachas de viento deben superar ciertos umbrales (90, 100 o 110 km/h, dependiendo de la zona en España), lo que activa alertas de nivel naranja o rojo.

Los nombres no se deciden de forma improvisada cada vez que llega una borrasca, sino que existe una lista ordenada alfabéticamente con nombres que eligen los diferentes países para denominar las borrascas que van llegando a lo largo de la temporada.