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Extensión máxima del hielo marino en el Ártico en 2025

Extensión máxima del hielo marino en el Ártico en 2025NSIDC

El hielo marino del Ártico alcanza la menor extensión máxima en 47 años

Solo el Mar de Groenlandia Oriental mostró una extensión de hielo cercana a los valores medios históricos

La extensión máxima del hielo marino del Ártico registrada durante el invierno de 2024-2025 ha sido la más reducida desde que comenzaron las observaciones por satélite hace 47 años. Según el análisis preliminar del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC, por sus siglas en inglés), el pasado 22 de marzo el hielo marino alcanzó su punto máximo anual con una superficie de 14,33 millones de kilómetros cuadrados.

Este valor representa una reducción significativa respecto al promedio del período 1981-2010, que se situaba en 15,64 millones de kilómetros cuadrados. La diferencia es de 1,31 millones de kilómetros cuadrados menos. Además, el dato de este año es también 80.000 kilómetros cuadrados inferior al anterior mínimo histórico, registrado el 7 de marzo de 2017.

La fecha en la que se alcanzó este máximo se situó diez días por detrás del promedio habitual del 12 de marzo, correspondiente al mismo período de referencia. A lo largo de los años, el momento de máxima extensión del hielo ha mostrado una gran variabilidad, oscilando entre el 24 de febrero (en los años 1987 y 1996) y el 2 de abril (en 2010).

Durante el invierno de 2024-2025, la baja presencia de hielo marino ha sido una constante en buena parte del Ártico. Entre los casos más destacados se encuentran el Golfo de San Lorenzo, en Canadá, que prácticamente no llegó a congelarse, y el Mar de Ojotsk, en Rusia, que presentó una cobertura de hielo notablemente por debajo del promedio.

Solo el Mar de Groenlandia Oriental mostró una extensión de hielo cercana a los valores medios históricos. En cuanto al Mar de Bering, situado entre América del Norte y Asia, la cobertura fue escasa durante gran parte del invierno. Sin embargo, el crecimiento registrado entre finales de febrero y finales de marzo permitió acercarse a las condiciones normales para la época, siendo este el principal factor que contribuyó al incremento de la superficie total de hielo marino ártico durante el mes de marzo.

Una de las razones que explican esta situación anómala son las temperaturas más elevadas que lo habitual en la región. Durante la estación invernal, el Ártico y los mares que lo rodean registraron temperaturas de entre uno y dos grados Celsius por encima de la media. Este exceso térmico habría ralentizado el proceso de formación del hielo marino, dificultando que se alcanzaran las extensiones habituales de años anteriores.

El informe del NSIDC refleja así una nueva señal de alarma sobre el impacto del cambio climático en las regiones polares, donde las alteraciones en la dinámica del hielo marino tienen implicaciones directas no solo en los ecosistemas árticos, sino también en los patrones climáticos globales.

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