Vuelven los auriculares con cable por un sencillo motivo

La gran aportación de Apple al mundo de la tecnología después del iPhone han sido los AirPods. No hay duda de que los auriculares inalámbricos del mismo tamaño y forma que los que tenían cable eran un paso al frente muy importante. El resto de las marcas pusieron en el mercado sus propios modelos y los cables se quedaron en el cajón.

Ahora esos cascos con molestos cables, que se pasan su vida útil enredados con nudos marineros que no deshace ni David Copperfield en sus mejores espectáculos, vuelven a los oídos de los influencers.

La sociología hizo un intento hace años de explicar cómo se imponía el uso de auriculares inalámbricos como parte del atuendo porque evitaba ir pendiente del móvil y liberaba las manos. Es más, los expertos opinaban que portar los AirPods en las orejas, aunque estuvieran apagados daba una sensación externa de «no me molestes, no quiero hablar» porque nadie se atrevía a entablar conversaciones con alguien que los llevara puestos.

Su comodidad y el éxito de ventas de los AirPods es tan grande que ya han puesto a la venta cuatro modelos desde 2016, el último presentado en septiembre de 2021. Las ventas crecieron un 30 % en 2020 con más de 100 millones de envíos por los 40 millones de Samsung.

Pero la sociedad vira hacia los cables. En concreto la sociedad que se deja llevar por las cuentas de Instagram y TikTok de celebridades e influencers que cuelgan fotos o hacen videos con los modelos de auriculares de Apple con cable. Su uso se asocia a elementos de la nueva indumentaria geek que proyectan las cuentas más conocidas.

Siempre cargados

También está el precio en la nueva moda. Entre 179 euros y los 600 € que cuestan los diferentes modelos de AirPods es más asequible los 19 euros del modelo con cable o los miles de modelos de todos los precios que se pueden conectar al puerto minijack de los móviles. Incluso el auricular con usb-c o el Lightning también es mucho más asequible.

Otro punto a favor de los cables es que no hay que preocuparse por la carga de la batería, pero si el usuario se los deja conectados sin llevarlos puestos, corre el peligro de que si suena el móvil no lo escuche.

La moda contra la tecnología. Un gran avance en el mundo de la conectividad puede quedar relegado si se impone el uso de auriculares con cable.