Manipulación
Cómo el 'astroturfing' mueve los hilos de la opinión pública
La nueva estrategia de marketing es capaz de alterar elecciones, gobiernos y desatar guerras
Decía Miguel de Unamuno que cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. En 2022 podemos decir que cuanto más se pone la sociedad en manos de las redes sociales, más vulnerable es.
Empezamos a saber de lo que son capaces 240 caracteres en manos equivocadas. Se llama astroturfing a las campañas de propaganda que pretenden virar la opinión pública, el pensamiento o la forma de pensar de la sociedad hacia los intereses de unos pocos.
Del 1O a Trump
Desde el 15M en España hasta las elecciones de Estados Unidos que tumbaron a Trump o que le pusieron en el poder, según algunos. Todo lo que ocurrió antes y después del referéndum ilegal de 1 de octubre en Cataluña, el caldo de cultivo que siembra Rusia en Ucrania oriental y otras pequeñas campañas puntuales y casi inofensivas de las que no somos conscientes.
Todo eso forma parte de una técnica que se basa en contratar a una agencia que haga el trabajo sucio de crear perfiles en las redes sociales y un entorno mayor alrededor para que, a su vez, siembren la red de la corriente que necesitan para llevar a cabo su estrategia.
Un periodista de AFP se coló en coló en una oficina del Kremlin y descubrió a 500 personas picando noticias falsas que favorecían a su gobierno
Alterar la realidad nunca ha sido tan fácil ni tan barato. Rusia y China tienen ese oscuro interés de desestabilizar al mundo para hacerse un hueco y crecer. Hace algunos años un periodista de la agencia AFP se coló en una oficina del Kremlin en San Petersburgo y descubrió a 500 personas picando noticias falsas que favorecían a su gobierno.
Harvard asegura que China tiene a su «Fifty Cent Party» trabajando a favor de la política de su país. Un grupo de dos millones de compatriotas que cobran 50 centavos por cada artículo que escriben.
Esta nueva forma de mentir también consigue que se dude de todo, aunque el sentimiento sea real. La democracia digital se pone en solfa cuando le ponemos el apellido de digital, porque todo lo que pasa en Internet es susceptible de ser alterado artificialmente.
Nunca sabremos qué hay detrás de esas campañas de acoso en Twitter a determinadas personas o de esos apoyos incondicionales a desconocidos que surgen en unas pocas horas. Algo hay detrás, algo tergiversado de una forma tan sutil que su génesis se pierde en la noche de los links.
El astroturfing es una técnica profesional. Los bots, perfiles y mensajes que se lanzan no se pueden identificar fácilmente. Los trols están entre nosotros igual que los influencers que ponen sobre el Timeline una camiseta o unas zapatillas de marca haciéndonos creer que son de su verdadero gusto.
Miguel Lacambra
Pero hay veces que los ignorantes de la técnica han escuchado voces sobre el astroturfing y deciden lanzarse al ruedo de la manipulación de una manera un tanto burda.
Fue el caso del tertuliano Antonio Maestre. Una de las voces que más apoyan la ideología de Podemos decidió en pleno confinamiento de 2020 lanzar un perfil falso de Twitter que respondía al nombre de Miguel Lacambra.
Ese supuesto periodista firmó un artículo en un medio afín a Podemos y Maestre anunció en su Twitter que el tal Lacambra era la revelación del periodismo. Aquello fue una técnica fallida de introducir un trol en las trincheras de Twitter para que alterase la conversación en favor de la izquierda.
Antonio Maestre llevó a cabo la campaña más lamentable de astroturfing que se recuerda con el perfil de Miguel Lacambra
Su tesis de que el 8M no tuvo nada que ver en la difusión del coronavirus fue aplaudida por la izquierda y se formó una ola de apoyos que llegó a todas las esferas. Eso llamó la atención de algunos que se preguntaron por el pasado de Lacambra. Aunque Maestre activo perfiles en otras redes, lo hizo con muy poco bagaje y hasta se descubrió que la foto era de banco de imágenes gratuitas.
Hierba artificial
Los aplausos a Lacambra y a su periodismo se tornaron críticas cuando se descubrió la verdad. Maestre se vio sobrepasado y empezó a atacar a la derecha. Echenique también salió al paso, pero ya era tarde.
El intento de campaña de astroturfing más lamentable que se ha visto en las redes sociales enseñó a unos y a otros a que la manipulación requiere de una precisión milimétrica para que no se detecte cómo ha empezado. Redes sociales, webs, infiltrados, trols, bots… todos esos hilos que mueven el mundo y que ponen en jaque el futuro, por ejemplo, de la guerra fría entre Rusia y Ucrania.
Por cierto, el astroturf se traduce del inglés como «hierba artificial», pero ésta sí crece.