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Irán restringe las comunicaciones por internet cuando hay manifestaciones contra el GobiernoEFE

Starlink

Elon Musk contra la censura de las dictaduras: promete llevar su internet vía satélite a Cuba e Irán

Estados Unidos ya ha deslizado que permitirá al magnate exportar equipos de conectividad de su sistema Starlink a Irán pese a las sanciones vigentes

Un simple tuit en la medianoche española de Elon Musk ha despertado todas las alarmas en dictaduras como las de Irán o Cuba.

El magnate ha dejado de lado sus peleas con China para que las fábricas de Tesla no se cierren y sigan produciendo coches. Tampoco quiere saber nada ya de Twitter y su intento de compra. Sus objetivos se centran en que Starlink, su sistema de Internet por satélite, llegue a todos los rincones del mundo, más allá de la Antártida, donde también opera.

Un periodista y escritor llamado Erfan Kasraie con más de 25.000 seguidores en Twitter lanzó a Musk la pregunta sobre si Starlink llegaría a Irán porque eso sería «un cambio de juego para el futuro». El propio autor del tuit pensaba que Elon Musk no respondería al mensaje y así lo puso en el tuit, pero para su sorpresa, varias horas después el empresario aseguró que «Starlink pedirá una exención a las sanciones iraníes».

Pero el hilo fue más allá y otra cuenta, la de Agustín Antonetti, un activista de derechos humanos, le preguntó por el caso de Cuba y le animó a desplegar allí Starlink porque «salvaría muchas vidas» a lo que Musk respondió con un «Ok».

Dictaduras

Llegados a este punto hay que preguntarse qué posibilidades tiene Elon Musk de desplegar Internet en países gobernados bajo férreas dictaduras como Irán o Cuba donde no hay acceso a un internet libre.

La primera respuesta del Gobierno de Estados Unidos ya ha llegado. El Departamento del Tesoro anunció que los equipos de Internet por satélite podrían exportarse a Irán, esto desliza la idea de que Musk no necesita un permiso para proporcionar ancho de banda en aquel país.

El comunicado dice que «autoriza ciertas exportaciones a Irán de hardware, software y servicios relacionados con las comunicaciones a través de Internet, incluidos ciertos servicios de conectividad a Internet para consumidores y terminales satelitales residenciales para consumidores autorizados bajo Licencia General D-1».

Masha Amini

Todo esto surge a raíz de las protestas tras la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que murió bajo custodia policial en Teherán por haber violado el código de vestimenta islámico.

Las protestas se multiplicaron en las calles y el gobierno iraní, como suele ser habitual, decidió bloquear servicios como YouTube. Todo esto viene de lejos y los iraníes que quieran conexiones superiores a 128 Mbps necesitan justificar su tarea profesional en casa.

Irán ocupa el puesto 36 entre los 210 países del mundo por el número de usuarios de Internet gracias a que es un país con mucha gente joven que no está dispuesta a sufrir los bloqueos y que mira al cielo esperando que los satélites de Musk les ofrezcan libertad. Nada de la ‘halal web’, la red que quiere crear el Gobierno donde se vean informaciones acordes al islam.

Lanzado a finales de 2020, el servicio de Starlink permite acceder a Internet en especial en zonas mal provistas con redes fijas y móviles terrestres, haciendo la compra de una antena, de un módem y de una suscripción cuyas tarifas varían según el país.

Starlink se ha beneficiado de un golpe mediático tras proveer de antenas y módems al Ejército ucraniano para mejorar sus comunicaciones en la guerra contra Rusia.

Constelación

SpaceX, otra empresa de Musk, ya desplegó 3.000 satélites de Starlink desde 2019 y realiza en promedio un lanzamiento cada semana con sus propios cohetes Falcon 9 para poner en órbita su constelación.

Irán está bajo un régimen de sanciones económicas por parte de Estados Unidos tras el retiro del acuerdo nuclear por parte del expresidente Donald Trump, así como una nueva batería de sanciones desde inicios de septiembre por la entrega de drones a Rusia.

Si Interet llega caído del cielo a dictaduras como Birmania, Arabia Sadí, China, Cuba o Irán, las calles serán las que tomen el control y se revuelvan contra sus gobernantes algo que a Estados Unidos no le viene mal.