Cargador único
Apple tiene un plan para vender sus iPhone en Europa que no va a gustar a nadie
La nueva norma del USB-C obliga a la compañía de Cupertino a decidir si el iPhone 16 tendrá el nuevo puerto o ninguno
Europa ha tardado 10 años en imponer un sistema único de carga para los dispositivos electrónicos. Primero se pensó en el micro USB como modelo y, pasado el tiempo, se ha pensado en el USB-C que ya tienen instalado el 90 % de los nuevos móviles.
La gran excepción son los iPhone. Los móviles de Apple no se han acogido a este sistema de carga a pesar de que los iPads ya lo tienen y hasta los MacBook también incluyen varios puertos.
Lightning
El lightning es la conexión por excelencia de Apple desde que cambió su sistema de 30 pines con el iPhone 5. Un mecanismo diferente al resto que les proporciona velocidades más altas de transmisión de datos, carga rápida y un sinfín de productos exclusivos para los iPhone que no pueden utilizarse en el resto de los móviles.
El lightning es lo que hace diferentes a los iPhones porque el resto de las características las pueden llevar otros smartphones con mayor o menor calidad. Pero esa clavija tan especial también le supone a Apple ingresos extraordinarios porque todos los cables de carga y el resto de dispositivos de terceras marcas que quieran relacionarse con un iPhone, tienen que pagar las tasas correspondientes a Apple.
Bruselas obliga al cargador USB-C para ahorrar costes y evitar que se genere más basura tecnológica. Pretenden que se limite la venta de este tipo de cargadores y que con uno se puedan abastecer varios aparatos como una cámara de fotos, el móvil y la máquina de afeitar, por ejemplo.
Menos innovación
Europa no tiene en cuenta la potencia ni el tiempo de carga. No es lo mismo un cargador de 30W que uno de 90W, pero, en todo caso, la carga llegará a producirse en más o menos tiempo a cambio de que se fabrique un cargador menos.
Apple tiene la obligación de que los iPhone de 2024, es decir, el iPhone 16 se comercialice con carga USB-C en todas sus versiones. En su momento, Apple ya se negó a que Europa impusiera esta norma asegurando que «La Comisión Europea frena la innovación en lugar de fomentarla» en referencia a que se podría trabajar en cargadores mejores y más potentes si no fuera por esta obligación.
Una de las soluciones que puede tomar Apple es la de vender sus terminales sin puertos de carga y fiarlo todo a la inalámbrica. No parece probable que tome esta decisión solo en Europa y mantenga el lightning en el resto de los mercados, pero, si lo hace, sería un golpe muy duro para el mercado del Viejo Continente.
Consecuencias
Cargar un iPhone de forma inalámbrica ya es posible, pero las velocidades no son rápidas y por el camino se pierde eficiencia energética. Para una carga de 15W hay que consumir 20W y eso implica malgastar energía cuando lo que se pretende es lo contrario.
Por otro lado, la transferencia de datos entre un ordenador y un iPhone o la opción de compartir datos de Internet también quería limitada al modo inalámbrico.
Apple tiene puertos USB-C instalados en otros dispositivos, pero los iPhone son su joya más preciada y verdadero valor de su marca. Acatar las normas de Europa supondrá para Tim Cook y su equipo un dilema entre ser uno más o innovar. Como ha hecho siempre.