La UE quiere que los móviles vuelvan a ser como los de hace 20 años

La Unión Europea ha decidido plantar cara a los fabricantes de móviles y ya piensa en una nueva norma con la intención de mejorar el impacto medioambiental y limitar la obsolescencia programada.

Primero fue el cable USB-C, que empezará a ser obligatorio en 2024. Esta medida afecta sobre todo a Apple, que ya ha comentado que no tendrá más remedio que aceptarla y rediseñar sus iPhone.

Ciclos de carga

Ahora llega el turno para las baterías. Desde hace años los móviles llevan la pila integrada de tal manera que no hay acceso a ella por parte del usuario. Los ciclos de cargas degradan las baterías y esto obliga a hacer un cambio de móvil antes que intentar que un servicio técnico la sustituya.

Desde Bruselas quieren volver a principios del siglo XXI y obligar a las empresas a fabricar móviles con baterías extraíbles para que puedan ser sustituidas y no se tenga que comprar un móvil nuevo.

Reducir el impacto medioambiental es uno de los fines, el otro es la facilidad para reciclarlas.

Europa no se pliega ante los fabricantes y va mucho más allá porque estas baterías extraíbles proporcionarán datos del rendimiento, la capacidad y la composición para saber cómo ha sido el rendimiento durante su vida útil.

Si la norma sigue su curso, afectaría a los portátiles, tabletas y a otros dispositivos con baterías inaccesibles para sus dueños.

Nueva batalla

Muchos expertos ya señalan que los móviles tienen ahora más autonomía porque, precisamente, esas baterías ensambladas dentro del terminal son más grandes que las de intercambio y eso las hace mucho mejores.

Europa tiene esta batalla con los fabricantes para proteger a los usuarios. No le importa que Facebook amenace con irse de Europa o que Apple pierda su exitoso cargador. El medio ambiente es una prioridad en el viejo continente, aunque ello suponga que muchas marcas pierdan la capacidad de innovar por miedo a las futuras prohibiciones.