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Bruselas ya ha obligado a Apple a vender kits para arreglar sus productos

Bruselas ya ha obligado a Apple a vender kits para arreglar sus productos

Economía circular

En esto consiste el «derecho a reparar» con el que Europa barre la basura de las tecnológicas

Legislará para reparar los productos estropeados y evitar el despilfarro de recursos

La Comisión Europea ha propuesto una iniciativa legislativa para garantizar el derecho de los consumidores de la Unión Europea a reparar los productos estropeados. Trata así de evitar el despilfarro de recursos, ahorrar dinero a los ciudadanos y avanzar hacia un sistema económico más circular.

«Los consumidores obtendrán las herramientas que necesitan para elegir la reparación y hacer una contribución positiva a la circular economía. También se envía un mensaje importante a las empresas de que los modelos comerciales sostenibles y las inversiones en reparaciones son rentables», dijo en rueda de prensa el comisario europea de Justicia, Didier Reynders.

Ecodiseño

La Comisión Europea, que trabaja en varios frentes en la lucha por el derecho a reparar y contra la obsolescencia programada. Una de sus principales armas es el «ecodiseño» de los productos, además de objetivos de reciclaje porque entiende que hay muchos bienes que se podrían reparar y que se sustituyen innecesariamente por otros nuevos.

Esta propuesta, junto con la ya aprobada del puerto USB-C común para la carga de dispositivos, es para Apple una zancadilla más en su constante innovación, como ya dijo públicamente la empresa.

La teoría de Bruselas es que, a largo plazo, los móviles se puedan arreglar para cambiar la pantalla y las baterías y evitar la compra de uno nuevo. Esto, a su vez, implicaría menos demanda hacia los nuevos terminales que se presentan cada año y que saturan el mercado.

Apple ya ha sido obligada a poner a la venta kits para cambiar baterías, pantallas o teclados de sus productos.

Basura

En concreto, Bruselas calcula que anualmente en la UE se genera innecesariamente 35 millones de toneladas de basura, 261 toneladas de CO2 liberadas a la atmósfera y 30 toneladas de recursos desperdiciadas por tirar aparatos defectuosos o que ya no funcionan, en lugar de arreglarlos.

Esto acarrea, además, un coste financiero de 12.000 millones de euros al año para los consumidores, según cálculos de la Comisión Europea, que estima también que la nueva normativa incentivará inversiones por valor de 4.800 millones.

La propuesta, que tendrá que negociarse con los Estados miembros y con el Parlamento Europeo, no amplía el período de garantía obligatoria de productos como una lavadora o un televisor.

Pero forzará a los fabricantes a informar a los consumidores de que están obligados a reparar gratis el aparato cuando esté cubierto aún por la garantía y repararlo sea menos caro que reemplazarlo por uno nuevo.

El consumidor, según la propuesta, también tendrá derecho a pedir un formulario de reparación al fabricante que indique con «transparencia» las condiciones y el precio de la restauración, así como una comparativa de ofertas para repararlo.

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