Los cinco errores de Musk que hacen que Twitter se muera

La mañana del 21 de abril, Europa se despertó con miles de cuentas importantes de Twitter sin el tic azul. Musk había cumplido su promesa de quitar la verificación de la cuenta a aquellos que no pagaran la cuota de Twitter Blue de 8 euros al mes.

Solo se salvaron el actor William Shatner, el jugador de baloncesto LeBron James y el escritor Stephen King a los que Musk tuvo que pagar la suscripción por sus quejas sobre este servicio.

Twitter Blue

Lo que parecía que iba a ser la solución definitiva para hacer de Twitter una red social seria se ha convertido en un peaje por el que mucha gente no ha pasado. Twitter Blue permitía vídeos largos, mejor posicionamiento, verificación azul o edición de tuits, pero nunca debió ser una exigencia para distinguir las cuentas de peso de las fakes que, por cierto, ahora volverán a ocupar la red social ante la desprotección creando el caos que suelen buscar.

Bots

Musk puso el riesgo la compra de Twitter porque había más bots que perfiles reales. Aseguró que había demasiadas cuentas falsas y que la red social tenía menos valor de los 44.000 millones que acabó pagando.

Meses después no ha logrado eliminar estos perfiles que siguen circulando por los timelines y enfangando por todos los países del mundo ya que su finalidad es alterar realidades con fines dudosos.

Adulterado

La verificación que ahora pasa por pagar dinero supone adulterar Twitter. El que pague tendrá mayor visibilidad, es decir, que el que no pague por muy mediático que sea, podría no aparecer en las líneas temporales de mucha gente. Falsear una de las mejores finalidades de Twitter hace que ahora dudemos de lo que nos encontramos.

Musk quería una cuenta por cada usuario o empresa, pero eso le suponía adelgazar demasiado su masa y que la empresa perdiera valor. Enseñar el DNI para abrir un perfil en Twitter acabaría con los problemas que convierten esa red social en una selva.

Desorden

Elon Musk se tomó Twitter como un juguete. Al principio, levantó alfombras y puso en la calle a aquellos que habían secuestrado el pájaro y orientado la red social a la izquierda con la censura de cuentas como la de Trump.

Pero su dirección derivó en despidos improcedentes de técnicos por el mero hecho de criticar sus comentarios y pedir que sus tuits tuviesen preferencia en las cuentas de todos los usuarios sin motivo ni razón.

Devaluación

Twitter ya no vale el precio que pagó Musk. El mismo empresario lo ha dicho igual que dejó su puesto de CEO, encuesta mediante, con la promesa de encontrar a alguien capaz de desempeñar ese trabajo.

Estos comportamientos han lastrado lo que muchos creían que iba a ser un gran futuro para Twitter mientras Facebook se despeñaba por el barranco tecnológico. Ahora, todo indica a que se van a ir juntos cuesta abajo.