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Bluesky

Bluesky

La gran alternativa a Twitter que pone en peligro el negocio de Musk

Ha sido descargada 360.000 veces y se une a otras que también quieren hacerse con el pastel

Bluesky, la red social creada por el cofundador y exjefe de Twitter Jack Dorsey, está ganando popularidad y se presenta como una alternativa a la plataforma del logo del pájaro azul en medio de las preocupaciones sobre su gestión por parte de Elon Musk.

Según la revista Forbes, que cita datos de la firma Data.ai, la aplicación Bluesky ha sido descargada 360.000 veces y actualmente está por delante de algunas plataformas populares como LinkedIn, Bing o Zoom en el ranking de la tienda App Store de Apple.

Dorsey

El proyecto fue creado y financiado inicialmente por el propio Twitter en 2019, cuando Dorsey aún era su director ejecutivo.

Lanzada en febrero en el sistema operativo iOS de Apple y a finales de marzo en Android, Bluesky se parece mucho a Twitter en su presentación, aunque se trata de una plataforma descentralizada, como Mastodon, otra red social que también ha dado que hablar en los últimos meses.

El hecho de que la plataforma esté descentralizada significa que es posible crear aplicaciones separadas dentro de Bluesky y que no todo el contenido puede ser controlado por una sola entidad.

Bluesky es, por el momento, accesible solo por invitación, y para recibirla hay que registrarse previamente en una lista de espera que tiene más de un millón de candidatos, según Forbes.

Izquierda

Varias personalidades se han sumado recientemente a la plataforma, incluyendo la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez y la modelo Chrissy Teigen, quienes tienen más de diez millones de suscriptores en Twitter cada una.

Además de Bluesky y Mastodon, otras redes sociales están tratando de aprovechar el deterioro de la imagen de Twitter, incluidas Post, Substack Notes (una rama del sitio de blogs Substack) y T2.

Alternativas

Poco conocido por el gran público, Mastodon está experimentando un repunte de popularidad entre los internautas preocupados por el futuro de Twitter, incluidos periodistas, profesores universitarios y otros profesionales.

Creado en 2016 por el desarrollador alemán Eugen Rochko, el sitio se presenta como «una red social descentralizada gratuita y de código abierto» sin ningún tipo de publicidad.

En concreto, permite a cada usuario incorporarse, según sus temas de interés, a la comunidad que quiera, y es ésta la que establece sus propias reglas.

Mastodon consta de una red de miles de servidores independientes. Los miembros pueden interactuar siempre que las reglas de moderación de sus respectivos servidores sean compatibles.

Pero el funcionamiento poco intuitivo de esta red y la moderación del contenido a manos de administradores no terminan de convencer a todos.

Substack

La plataforma Substack permite a los autores crear su propia newsletter y vender suscripciones a personas interesadas.

En abril lanzó un hilo llamado 'Notas', similar a Twitter, que permite a los usuarios publicar mensajes cortos, como recomendaciones, comentarios o enlaces a otras publicaciones.

«Las notas pueden parecerse a otras fuentes de redes sociales, pero la diferencia está en lo que no se ve», señaló Hamish McKenzie, cofundador de Substack, en un blog anunciando la nueva propuesta.

«Substack depende de las suscripciones, no de la publicidad. Eso lo cambia todo (...) El grueso de las ganancias económicas va para los creadores de contenido», agregó.

Más alternativas

Hive Social, una aplicación solo para dispositivos móviles que desde 2019 combina elementos de Twitter e Instagram, se ha convertido en una popular opción a la plataforma de los trinos.

Las redes sociales de tendencia conservadora Gab y Truth Social, esta última creada por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2022), ya se presentaban como alternativas a Twitter antes de que Musk la comprara.

Con sus 150 millones de usuarios mensuales, el foro de discusión Discord se ha ganado un lugar más allá de los entusiastas de los videojuegos, su audiencia inicial. Pero la reciente filtración de documentos confidenciales del Pentágono ha afectado su reputación.

Cohost, que nació a principios de 2022 con la promesa de que nunca se venderían los datos personales de sus usuarios, lucha por despegar.