Bitcoin colapsa y sus programadores se queman

El mes de mayo no ha empezado bien para la red Bitcoin ni para la criptomoneda más famosa del mundo. Los sucesores de Nakamoto, el padre de Bitcoin, han ido abandonando poco a poco el mantenimiento y la corrección de fallos del proyecto.

En diez años han pasado de más de 20 mantenedores a que únicamente haya cuatro personas pendientes de la interfaz gráfica, la conexión con las billeteras, el código que valida procesos y las transacciones.

Agotamiento

Asegura el Wall Street Journal que una de las bajas se produjo por «agotamiento, problemas de salud y peleas constantes y extrañas en las redes sociales». Aunque también se ha conocido que su salario es un 50 % inferior al de aquellos que trabajan en grandes Big Tech desarrollando un trabajo parecido.

La criptomoneda Bitcoin también pasa por momentos de colapso fruto del aumento del tráfico en Ordinals, uno de los proyectos más recientes. Este protocolo permite a añadir texto, imágenes y código a un satoshi (la unidad más pequeña de Bitcoin).

Los detractores de esta tecnología ya avisaron en enero de los posibles problemas y señalaron el aumento de los costes de transacción y la lentitud.

El número de inscripciones de Bitcoins Ordinals ha pasado de 2,5 millones a más de cinco millones en apenas diez días.

A todo esto hay que unir el auge de los tokens BRC-20 utilizados para registrar memecoins y tendremos como resultado el colapso de la red con hasta 500.000 transacciones pendientes de confirmación y un aumento de las comisiones.

Binance

Binance, la empresa de intercambio de criptomonedas, suspendió la retirada de Bitcoins el pasado 7 de mayo durante cuatro horas. El motivo fue «el gran volumen de operaciones pendientes». Esta medida hizo temblar las criptodivisas por un supuesto caso de quiebra como sucedió con Terra hace unos años.

Bitcoin es una red fuerte y su blockchain casi impenetrable. La capacidad de descentralización hace que no haya un solo ordenador al que atacar para destruir la criptomoneda, pero estos últimos cambios y el aumento en el interés por las criptomonedas ha conseguido que se muevan sus cimientos.