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Musk no frena la ruina de Twitter y se pone en manos de su propia IA
Avisa de que no será entrenada para ser políticamente correcta
Elon Musk ha desvelado que Twitter, la red social que compró por 44.000 millones de dólares en octubre de 2022, ha perdido aproximadamente la mitad de sus ingresos publicitarios.
«Aún estamos en una situación de flujo de caja negativo, debido a una caída de cerca del 50 % de ingresos publicitarios y la pesada carga de la deuda», respondió el magnate en Twitter a un usuario que le hizo sugerencias estratégicas sobre la plataforma.
«Tenemos que llegar a un flujo de caja positivo antes de darnos el lujo de hacer cualquier otra cosa», agregó, sin dar más detalles.
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Mientras Starlink sigue enviando satélites al espacio, Musk ya va más allá y piensa en la inteligencia artificial como otra nueva vía de negocio.
Musk fue uno de los cofundadores de OpenAI y llegó a ser copresidente, antes de abandonarla en 2018. Su marcha fue en circunstancias poco claras, según dijeron en su momento OpenAI y Musk, el sudafricano dejó OpenAI para evitar conflictos de intereses a medida que Tesla se enfocaba más en la IA.
Por otro lado, Musk ha criticado con dureza a ChatGPT del que ha dicho que «Microsoft tiene una influencia muy fuerte, por no decir que directamente controla OpenAI».
El magnate ya ha anunciado el lanzamiento de una inteligencia artificial alternativa a ChatGPT que se llamará xAI y que tendrá el propósito de «entender la verdadera naturaleza del universo».
xAI entenderá la verdadera naturaleza del universo
El equipo que dirigirá el proyecto contará con ejecutivos que han trabajado en firmas como Google o Microsoft y con personalidades académicas de relevancia. Al frente de ellos estará el propio Musk.
Políticamente correcto
En la presentación hizo una comparación con los chatbots de Inteligencia Artificial (AI) generativa más populares, como ChatGPT, Bard o Bing, que no responden a preguntas de usuarios si consideran que son racistas, violentas o que generan odio, algo que, según Musk, demuestra que están programadas para ser políticamente correctas.
«Creo que hay un peligro significativo en entrenar a una IA para que sea políticamente correcta o, en otras palabras, entrenarla para que no diga lo que realmente piensa que es verdad», anotó Musk en la presentación de la compañía que hizo en el chat de Twitter Spaces.