La semana tecnológica
Pagar por Instagram y Facebook: el chantaje de Zuckerberg a Europa para evitar la ruina
Meta propone un pago de 13 euros al mes para quienes no acepten recibir anuncios personalizados
La guerra de Meta con Europa se remonta a febrero de 2022. Entonces la compañía dirigida por Mark Zuckerberg aseguró que «si no se adopta un nuevo marco de transferencia transatlántica de datos y no podemos seguir recurriendo a los SCC [cláusulas contractuales estándares] o a otros medios alternativos de transferencia de datos de Europa a EE.UU., es probable que no podamos ofrecer varios de nuestros productos y servicios más importantes, como Facebook e Instagram, en Europa, lo que afectaría de forma negativa a nuestro negocio, situación financiera y resultados de las operaciones».
Bruselas
Las risas de Bruselas se pudieron escuchar en Menlo Park, la sede de Meta en California. Bruno Le Maire, ministro de finanzas de Francia y Robert Habeck, su homólogo alemán hizo una comparecencia conjunta en Paris en la que manifestaron que los datos de los europeos no podían compartirse sin control con Estados Unidos.
Habeck añadió que, «Tras vivir sin Facebook y Twitter durante cuatro años, mi vida ha sido magnífica». Mientras que Le Maire reafirmó la postura de su colega comentando que «Puedo confirmar que la vida es muy buena sin Facebook y que podríamos vivir muy bien sin Facebook. Los gigantes digitales deben entender que el continente europeo resistirá y afirmará su soberanía».
Incluso Biden aprovechó un viaje a Europa para limar asperezas, pero se encontró con la negativa a ser más laxos. Esto le llevó a firmar en octubre de 2022 una orden ejecutiva para garantizar los datos de transferencias transatlánticas, eso sí, fue una norma federal sin rango de ley. Meras recomendaciones.
El negocio del dato
Facebook vive de hacer negocios con los datos de sus usuarios. De llevarlos de Europa a Estados Unidos y convertirlos en dinero. Pero Europa ha doblado la apuesta por la seguridad de sus ciudadanos con la Ley de Mercados Digitales (DMA) que pretende «poner fin a las prácticas desleales» de los gigantes como Meta, Microsoft, Alphabet, Amazon, Apple, y ByteDance (TikTok). De lo contrario se exponen a fuertes multas.
Sin datos no hay negocio y en Europa hay 300 millones de clientes potenciales por lo que Meta ha puesto precio a esta posible carencia. Estima que sus ingresos por usuario fueron de 17,07 euros, de ahí que, según The Wall Street Journal, su plan de suscripciones para aquellos que no acepten la publicidad personalizada sea de 10 euros para Instagram o Facebook desde el ordenador a 13 euros desde el móvil y seis más por cuenta asociada.
Que no espere Meta que lo europeos vayan a pagar una suscripción más y menos por una red social estancada y que no atrae a nuevos seguidores. El gran modelo de negocio de Zuckerberg agota sus días y solo queda saber en qué momento el metaverso ocupara el lugar de Facebook. Si es que la IA lo permite.