El futuro de la relación hombre y máquina: «Dudo que la IA vaya a aumentar determinadas destrezas del hombre»
El escritor Adrián Hontoria explicó en el CEU la importancia del correcto funcionamiento de esta tecnología en la sociedad
La presencia de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas ha experimentado un crecimiento exponencial durante las últimas décadas. Los avances tecnológicos prometen simplificación y automatización en cuantiosas tareas y, por ende, la transformación del mundo tal y como lo conocemos. Sin embargo, el ascenso del papel de las máquinas amenaza con la sustitución del trabajo humano en diversas áreas. Adrián Hontoria, con su recién publicado libro «Máquinas y memorias: el amanecer de la IA», aportó en la Universidad CEU San Pablo una visión esperanzadora en este debate de actualidad.
El ascenso del papel de las máquinas amenaza con la sustitución del trabajo humano en diversas áreas
El punto de partida establecido por Adrián fue la definición de Inteligencia Artificial. Esta se compone de «aquellos sistemas diseñados para imitar la inteligencia humana en tareas de aprendizaje, razonamiento y resolución de problemas». A su vez, la IA se puede subdividir en tres tipologías: específica, general o superinteligencia, correspondiéndose cada uno de estos niveles con modelos que «hablan muy bien» en primera instancia, «maquinarias que se adaptan y aprenden cosas que no sabían» en segundo lugar y «tecnología que no imita a la inteligencia humana, sino que la supera», finalmente.
Desarrollo informático
Por un lado, la perspectiva que en la actualidad se plantea con respecto a este desarrollo informático es la adquisición de un nivel de inteligencia artificial ‘general’; esto es, que las máquinas aprendan y adquieran por sí mismas las habilidades necesarias para la realización de tareas encomendadas por el usuario. Por otra parte, aunque diversas voces especializadas plantean la posibilidad de que los artefactos alcancen un poder de decisión propio, el CEO de The Black Box Lab, afirma que «no se estima la probabilidad de que eso suceda en los próximos 50 años».
No se estima la probabilidad de que eso suceda en los próximos 50 añosEscritor
Seguidamente, Hontoria expuso un listado que recoge los impactos positivos de la IA en áreas de importancia capital para el correcto funcionamiento de nuestra sociedad. Entre dichas mejoras, destacan el aumento de precisión en las cirugías, la detección temprana de fraudes en la economía o de deepfakes en Internet, la posibilidad de ofrecer experiencias educativas inmersivas que estimulen a los estudiantes o la optimización de recursos energéticos. Asimismo, y en lo que respecta al impacto de la inteligencia artificial en las habilidades humanas, el joven escritor manifiesta cierto escepticismo: «dudo que la inteligencia artificial vaya a aumentar determinadas destrezas del hombre precisamente por el componente emocional que nos caracteriza».
Conferencia de Darmouth
También se efectuó un recorrido por los hitos que marcaron a este sector, como la legendaria Conferencia de Darmouth en 1956, los algoritmos deterministas de 1970 o la inauguración de la segunda ola en materia de IA en los 90 con el Machine Learning. Sin embargo, el momento de mayor interés se alcanzó al mencionar el as bajo la manga que se esconde tras los trabajos de muchos estudiantes: chatGPT. A la rapidez de respuesta del chat, subyace un brillante trabajo de programación; se ejecutan en tiempo récord procesos de tokenización o separación de palabras, transformación de las mismas en algoritmos, atención al sentido completo de la oración en la que se integran e identificación de los elementos para la salida de una correcta respuesta.
A la humanidad todavía nos queda mucho tiempo por disfrutar de las herramientas que nos brinda la tecnología
Es quizás la familiarización que estamos experimentando con la Inteligencia Artificial en nuestra vida cotidiana lo que propicia la generación en nuestras cabezas de un escenario similar al que plantea Adrián en su obra, donde las máquinas piensan por sí mismas. No obstante, a la humanidad todavía nos queda mucho tiempo por disfrutar de las herramientas que nos brinda la tecnología antes de que estas puedan convertirse en un problema.