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Hay gente destrozando el iPad Pro M4

Destrozar el nuevo iPad, el último disparate viral para comprobar su resistencia

YouTube tiene vídeos en los que los usuarios se dedican a rayarlo, quemarlo o doblarlo para comprobar su aguante

Cada vez que un dispositivo de Apple sale a la venta aparecen miles de vídeos donde se pone a prueba el iPad, iPhone o Mac de turno sometiéndoles a todo tipo de ensayos. Ninguno de ellos son los habituales a los que se somete a un producto de la marca de la manzana, excepto los que solo comprueban su capacidad y su velocidad para saber si el rendimiento es el mismo que asegura Apple en sus especificaciones.

Entre todas estas pruebas están aquellas de iFixit que se dedican a desmontar totalmente el último producto de Apple, en este caso el iPad Pro M4, y comprobar cómo está fabricado. Es un proceso menos agresivo, aunque se tiene que poner sobre una placa de calor a 67 °C para deshacer el pegamento de la pantalla para acceder ya que no lleva tornillos.

En ese desmontaje se pueden apreciar todos sus componentes, como los cuatro potentes altavoces o la batería que, en este caso es más fácil de cambiar porque no es necesario desmontar la placa. Apple allana el camino marcado por Europa para dotar de una segunda vida a los dispositivos electrónicos.

En medio del iPad y de arriba a abajo hay una placa de metal que tiene como única función que los 5,3 milímetros de grosor no se conviertan en un problema si se cae, si alguien se sienta encima por descuido o se presiona en una mochila.

Pero hay usuarios que se dedican a publicar vídeos en YouTube en los que someten al iPad con un mechero, doblándolo o rayándolo para ver cuánta presión hay que ejercer hasta que el cristal salta, el puerto de carga se parte y la última joya de Apple queda inservible.

El Apple Pencil Pro también se rompe para comprobar su dureza

El proceso de daño cuenta con varias fases y no se salva ni el nuevo Apple Pencil Pro. En el vídeo se puede ver cómo se dobla hasta romperse del todo para examinar sus componentes al detalle.

En el caso de la pantalla, también se raya con diferentes puntas para comprobar sus límites y hasta el nuevo teclado sufre el corte del cúter del usuario con el que desmonta las teclas para ver su funcionamiento.

El hecho de llevar el iPad al límite mediante estas prácticas no tiene mucho sentido ya que ante un uso normal nunca va a tener problemas por lo que se ha demostrado. Desmontarlo y comprobar sus piezas puede ser algo más interesante no solo para el comprador, también para la competencia.