¿Puede explotar un móvil? El componente que hay que cuidar para evitar sustos
Millones de dispositivos móviles se usan diariamente sin incidentes porque los fabricantes invierten mucho dinero en seguridad
La posibilidad de que un teléfono móvil pueda explotar en la mano o en el bolsillo de una persona puede sonar alarmante. Las últimas explosiones de buscas y walkie-talkie en el Líbano han puesto de manifiesto el poder de Israel en este tipo de enfrentamientos, pero también han levantado las sospechas en el resto del mundo sobre si los dispositivos electrónicos pueden explotar. Las informaciones sobre la posibilidad de que estos dispositivos estuvieran manipulados una vez ensamblados en la fábrica, hace pensar que no es fácil que explote un móvil en el bolsillo o en la mano de su dueño en circunstancias normales.
Las explosiones de móviles, aunque son extremadamente raras, son posibles y, generalmente, están relacionadas con fallos en la batería, específicamente en las baterías de iones de litio, que son las más comunes en los smartphones modernos. Estas baterías, si se manejan incorrectamente, pueden generar problemas. Los factores que pueden desencadenar una explosión son:
- Sobrecarga de la batería
Cuando un teléfono está cargándose durante un período prolongado, la batería puede calentarse en exceso. Las baterías están diseñadas con sistemas de seguridad que interrumpen la carga cuando alcanzan su capacidad máxima, pero en algunas ocasiones, si este sistema falla, podría provocar un sobrecalentamiento y, en el peor de los casos, una explosión.
- Daños físicos a la batería
Una batería dañada puede provocar una reacción interna peligrosa. Esto puede suceder si el teléfono se cae, es aplastado o golpeado fuertemente. Las celdas dentro de la batería pueden quedar comprometidas, lo que provoca cortocircuitos que generan calor y gases, con un inminente riesgo de explosión.
- Exposición a temperaturas extremas
El calor extremo puede desestabilizar las celdas de la batería y hacer que reaccionen de manera violenta. Dejar el móvil bajo el sol o en un coche expuesto al calor durante mucho tiempo puede aumentar este riesgo.
- Uso de cargadores o baterías no oficiales
Cargadores o baterías de baja calidad o que no sean originales pueden no cumplir con los estándares de seguridad adecuados. Esto puede resultar en un suministro inadecuado de energía, sobrecalentamiento o incluso provocar cortocircuitos lo que aumenta las posibilidades de que el teléfono se incendie o explote.
Casos raros
Aunque el caso de los dispositivos que han explotando en Líbano ha atraído la atención de todo el mundo, hay que destacar que estos incidentes son bastante improbables. Millones de dispositivos móviles se usan diariamente sin incidentes, y los fabricantes invierten una cantidad alta de recursos en asegurar que las baterías sean seguras.
De hecho, las explosiones de teléfonos ocurren a razón de uno en cada 10 millones de dispositivos o menos. Este número demuestra que, para la gran mayoría de los usuarios, la posibilidad de que su teléfono explote en la mano o en el bolsillo es casi inexistente.
Las explosiones de teléfonos ocurren a razón de uno en cada 10 millones de dispositivos o menos
La mayoría de los casos documentados de explosiones han sido con teléfonos con baterías defectuosas o dispositivos que han sido expuestos a golpes fuertes, uso bajo temperaturas extremas, etc.
Un caso a recordar fue el del Samsung Galaxy Note 7 en 2016, donde varios dispositivos explotaron debido a un fallo en el diseño de la batería. Samsung retiró todos los dispositivos del mercado y reforzó sus controles de calidad, lo que demuestra que incluso las grandes compañías pueden cometer errores.
Este tipo de incidentes ha impulsado a la industria a mejorar los controles de seguridad y desarrollar tecnologías más avanzadas para prevenir sobrecalentamientos y explosiones.
¿Cómo evitar que un móvil explote?
Hay varias medidas preventivas que los usuarios pueden tomar para minimizar el riesgo de que su móvil sufra un accidente grave.
- No usar el móvil mientras se carga: especialmente si se está utilizando para tareas como videojuegos o videollamadas.
- Evitar golpes fuertes o caídas: un teléfono dañado es más propenso a tener problemas internos que afecten la batería.
- No exponer el móvil a temperaturas extremas: guardar el móvil en lugares frescos y evitar dejarlo bajo el sol o en entornos extremadamente fríos.
- Usar cargadores y baterías oficiales: los accesorios de marca están diseñados específicamente para el dispositivo y cumplen con todas las normativas de seguridad.
- Revisar hinchazones o deformaciones en la batería: si la batería muestra signos de estar hinchada, es un indicador de que algo no está bien y debe ser reemplazada de inmediato.
Aunque es posible que un móvil explote en la mano o en el bolsillo, las probabilidades son muy bajas. La mayoría de los incidentes se deben a factores evitables, como el uso de accesorios no oficiales, maltrato físico del dispositivo o exposición a condiciones extremas.