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La Generación Z sufre con el uso de las impresoras

La «vergüenza tecnológica» de la Generación Z: incapaces de usar teclados o impresoras

Dispositivos importantes para generaciones anteriores resultan ser una fuente de frustración y ansiedad para muchos Z

La Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) es vista como la generación nativa digital, que nació y creció en un entorno lleno de dispositivos inteligentes y redes sociales. No obstante, a pesar de su dominio de las aplicaciones móviles y plataformas digitales, este grupo se ha encontrado con problemas inesperados en el mercado laboral.

Curiosamente, dispositivos que fueron importantes para generaciones anteriores, como impresoras, escáneres y teclados físicos, resultan ser una fuente de frustración y ansiedad para muchos Z. Este fenómeno, conocido como «vergüenza tecnológica», siembra dudas sobre la preparación tecnológica real de esta generación.

Malas expectativas

Se suele asumir que la Generación Z tiene habilidades tecnológicas avanzadas debido a su uso constante de los dispositivos digitales desde pequeños. Sin embargo, los estudios revelan una realidad diferente. Según un informe de LaSalle Network, el 48 % de los jóvenes graduados en 2022 no se sienten preparados tecnológicamente para sus empleos. Esta falta de confianza es aún más evidente en el uso de dispositivos de oficina tradicionales, como impresoras y escáneres, que no son parte del ecosistema digital que estos jóvenes han habitado.

Otro informe, el de HP Hybrid Work: Are We There Yet? también destaca una diferencia generacional importante en la percepción de las habilidades tecnológicas. Mientras que solo el 4 % de las generaciones anteriores siente vergüenza por no saber usar estos dispositivos, el 20 % de los jóvenes de la Generación Z se siente juzgado por su falta de destreza en el manejo de tecnología de una oficina.

Impresoras

El uso de impresoras, que alguna vez fue un elemento básico en hogares y oficinas, ha ido perdiendo relevancia en la vida diaria de los jóvenes. Durante la pandemia, las ventas de impresoras para el hogar crecieron un 21 %, lo que refleja que muchas personas que trabajaban desde casa no contaban con una impresora hasta ese momento. Para la Generación Z, estos dispositivos no son herramientas esenciales, a pesar de que se sigan utilizando en las oficinas.

Los teclados no son para la Generación Z

El hecho de que la Generación Z domine las plataformas móviles no significa que tenga la misma habilidad con dispositivos más antiguos. Enfrentarse a una impresora puede resultar tan extraño para ellos como lo sería para un Millennial programar en MS-DOS.

Mecanografía

Otro aspecto importante de esta «vergüenza tecnológica» es la habilidad de escribir en teclados físicos. Aunque los jóvenes de la Generación Z son expertos en teclear en pantallas táctiles, muchos de ellos carecen de la habilidad de escribir rápidamente en teclados convencionales. Un estudio de The Wall Street Journal revela que muchos jóvenes no saben escribir sin mirar el teclado, una habilidad que las generaciones anteriores desarrollaron a través de cursos de mecanografía o de la propia repetición.

Muchos jóvenes no saben escribir sin mirar el teclado

Esta carencia de habilidades básicas puede tener un impacto tanto en el rendimiento académico como profesional. En la educación, la capacidad de escribir sin errores en un teclado físico es importante para la redacción de trabajos y la realización de exámenes. En el ámbito laboral, esta habilidad es esencial para mantener la productividad en trabajos que requieren la redacción de informes, correos electrónicos y documentos extensos.

Más móviles

El uso de dispositivos móviles está reemplazando al teclado tradicional en muchas áreas. Según estudios, el 39 % de los trabajos escolares de la Generación Z se envían desde dispositivos móviles, lo que refleja una tendencia hacia la dependencia de las pantallas táctiles. Durante la pandemia, muchos estudiantes realizaron sus tareas escolares desde teléfonos móviles debido a la falta de acceso a ordenadores.

Este cambio plantea una pregunta importante: ¿cómo afectará esta transición a la generación Z en el ámbito laboral? Aunque las pantallas táctiles son comunes, es poco probable que reemplacen por completo los teclados físicos en el entorno de oficina.

Ante este escenario, surgen oportunidades para el desarrollo de habilidades. Cursos de mecanografía, similares a los que eran populares en los años 90 y 2000, podrían resurgir adaptados a las necesidades de la Generación Z. Además, las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la autocorrección, puede facilitar la transición hacia un entorno laboral más inclusivo y eficiente.

Cursos de mecanografía, similares a los que eran populares en los años 90 y 2000, podrían resurgir

Aunque la Generación Z es a menudo vista como experta en tecnología, su dominio no abarca necesariamente todos los dispositivos y habilidades que se requieren en el mundo laboral actual. La «vergüenza tecnológica» pone de relieve la necesidad de una formación más completa que abarque tanto herramientas modernas como tradicionales, algo de lo que sí fueron capaces los Millennials, una generación seminativa capaz de trabajar en entornos digitales y analógicos.