Un mal uso del teléfono móvil puede desencadenar un incendio como el de Guillena: cómo evitarlo

El municipio sevillano de Guillena ha sido escenario de una devastadora tragedia. Un incendio, cuyo origen ha sido atribuido a la explosión de la batería de un dispositivo móvil, acabó con la vida de cuatro miembros de una misma familia, todos ellos atrapados en el interior de su vivienda. La investigación concluyó que la causa del incendio fue la explosión y combustión de la batería de un teléfono móvil, que provocó un fuego incontrolable que se propagó rápidamente por la casa.

Este incidente ha vuelto a poner en el foco de atención los peligros asociados al mal funcionamiento de las baterías de los móviles, en concreto las de iones de litio, que son las más comunes en teléfonos inteligentes y otros aparatos electrónicos.

El motivo de la explosión

Las baterías de iones de litio, presentes en la mayoría de los dispositivos electrónicos portátiles como teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas, son generalmente seguras. Sin embargo, en condiciones específicas y raras, pueden llegar a ser peligrosas. Esto se debe a la naturaleza de su composición y al delicado equilibrio químico que las hace funcionar.

Las baterías de iones de litio en condiciones específicas y raras, pueden llegar a ser peligrosas

Una batería de iones de litio consta de celdas que almacenan y liberan energía mediante un proceso químico. Si este proceso se ve comprometido por algún daño o defecto, puede desencadenar una reacción en cadena conocida como fuga térmica. La fuga térmica ocurre cuando la temperatura interna de la batería aumenta rápidamente, lo que provoca que los materiales en su interior se inflamen y, en casos extremos, exploten.

Algunas de las principales causas que pueden desencadenar esta situación son:

• Sobrecarga: aunque la mayoría de los dispositivos actuales cuentan con sistemas de seguridad para evitar la sobrecarga de la batería, un mal funcionamiento en el software o hardware puede provocar que la batería reciba más energía de la que puede manejar, lo que incrementa la posibilidad de una explosión.

• Exposición a altas temperaturas: las baterías de iones de litio son extremadamente sensibles al calor. Si un teléfono móvil se expone a temperaturas muy elevadas, como dejarlo en un coche bajo el sol o usarlo mientras se carga en ambientes calurosos, la batería podría sobrecalentarse y, en el peor de los casos, incendiarse o explotar.

• Daños físicos: golpes o perforaciones pueden dañar la estructura interna de la batería y provocar cortocircuitos que generan calor excesivo y llevar a la combustión.

• Defectos de fabricación: las baterías pueden salir defectuosas de fábrica, lo que aumenta las posibilidades de una explosión. En estos casos, los fabricantes suelen emitir retiradas de productos para evitar mayores riesgos.

• Cargadores no originales: los cargadores no certificados o de baja calidad pueden suministrar un voltaje diferente a la batería, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento y, posiblemente, de explosión.

Incendio en la vivienda

Una explosión de batería en un teléfono móvil puede tener consecuencias devastadoras, como lo demuestra la tragedia en Guillena. Si la batería de un móvil explota mientras el dispositivo está sobre una superficie inflamable, como muebles, camas o alfombras, las llamas pueden extenderse rápidamente por la vivienda. Los materiales inflamables presentes en las casas, como cortinas, textiles y productos de limpieza, pueden alimentar el fuego, haciendo que el incendio sea más difícil de controlar.

Si la batería de un móvil explota mientras el dispositivo está sobre una superficie inflamable, las llamas pueden extenderse rápidamente por la vivienda

En espacios cerrados, el humo tóxico producido por la combustión de los materiales de la batería puede ser letal en minutos. Este humo contiene compuestos químicos peligrosos como óxidos de litio y electrolitos, que pueden provocar intoxicación si se inhalan en grandes cantidades.

Prevención

Aunque las explosiones de baterías son raras, existen medidas preventivas para minimizar los riesgos:

• Utilizar cargadores originales y certificados: utilizar únicamente cargadores proporcionados por el fabricante o de marcas reconocidas que cumplan con los estándares de seguridad. Los cargadores no oficiales pueden dañar la batería con el tiempo.

• No cargar el móvil durante la noche o sobre superficies inflamables: cargar el dispositivo durante largos periodos, especialmente en superficies como camas o sofás, aumenta el riesgo de sobrecalentamiento.

• Evitar el sobrecalentamiento del dispositivo: no utilizar el móvil en ambientes extremadamente calurosos y no dejarlo expuesto al sol mucho tiempo.

• Revisar el estado de la batería: si el teléfono muestra signos de abultamiento en la parte trasera o si la batería se descarga demasiado rápido, puede ser una señal de que algo no funciona bien y debería reemplazarse.

• Mantener el dispositivo alejado de fuentes de calor: Evitar dejar el teléfono cerca de radiadores o en lugares con altas temperaturas.

La tragedia ocurrida en Guillena recuerda que, aunque las explosiones de baterías de móviles son poco comunes, sus consecuencias pueden ser muy graves. Un cargador de mala calidad, un cable defectuoso y una superficie inflamable pueden provocar un incendio que arrase con la vivienda y, por desgracia, acabar con la vida de toda una familia como ha sucedido en el pueblo sevillano de Guillena.