Asesor jefe de inteligencia artificial de la NASA
Omar Hatamleh: «Se va a crear una especie nueva que va a vivir entre nosotros»
Una de las voces más autorizadas sobre la inteligencia artificial explica el futuro de esta nueva revolución industrial, sus límites, el lugar que ocupará el ser humano y lanza un mensaje a los negacionistas
Omar Hatamleh (Granada, 1969) es uno de los principales líderes intelectuales mundiales en inteligencia artificial e innovación. Trabaja como director de Inteligencia Artificial del Goddard Space Flight Center de la NASA y en la Estrategia de Tecnología de la Información de la NASA.
El doctor Hatamleh visita Madrid estos días y atiende a El Debate de un lugar icónico con la Puerta de Alcalá de fondo. Él ya sabía qué podía pasar con la inteligencia artificial antes de que llegase al resto de la humanidad en 2022, pero ahora lo ha querido contar en su nuevo libro Esta vez es diferente: Cuando la inteligencia artificial trasciende a la humanidad (Deusto, 2024), donde propone un itinerario para navegar por el mundo radicalmente nuevo que se abre ante nosotros.
El libro de cabecera para todos los que quieran formar parte de una nueva revolución industrial total es, además, solidario porque el total de su recaudación va a ir destinado a la ONG Sonrisas sin cáncer.
Omar Hatamleh
Esta vez es diferente
– ¿Vio venir lo que podía pasar con la inteligencia artificial antes de noviembre de 2022?
– Sí, incluso el primer libro que escribí se llamaba BetweenBrains, (Entre cerebros, 2020). Y ahí ya empezamos a hablar sobre el tema. Muy poca gente habla sobre el impacto sobre el humano, sobre la humanidad, sobre cómo nos va a afectar a nosotros, cómo va a afectar a la sociedad, a las relaciones del futuro, a la medicina, a la longevidad, cuáles van a ser los modelos económicos del futuro.
Eso es lo que trato de poner en el libro, complementar, dar perspectivas diferentes. Veo que en la curva del futuro, hay muchos puntos. No se puede diseñar una curva del futuro sin tener muchísimas perspectivas, porque una con un punto de vista no se escribe, no se puede pintar una curva.
– ¿Hay una primera brecha en IA que afecta al propio ser humano?
– Hay 30 % de población de la Tierra que no tiene acceso a Internet, casi 800 millones de personas no tienen ni electricidad. El impacto que va a tener esta tecnología en esos países que se están desarrollando no va a ser el mismo, va a estar completamente disminuida. Es un gap grandísimo.
– Comienza su libro recordando la revolución industrial. Quizás los resultados de aquello tardaron en llegar. ¿Esto va a ser más rápido?
– Muchísimo más rápido. ¿Cuánto ha tardado la televisión en llegar a 100 millones, cuánto ha tardado Facebook en llegar a 100 millones? Cada vez vamos evolucionando más en menos tiempo. Eso va a afectar a trabajos intelectuales y manuales al mismo tiempo, porque la inteligencia artificial que está avanzando a un nivel grandísimo. Se están combinando robots humanoides con inteligencia artificial y estamos impactando en trabajos manuales y en trabajos intelectuales.
– ¿Qué límites tiene la inteligencia artificial?
– No hay límites. Hay tres fases de inteligencia artificial. La fase en la que estamos ahora es la más más básica. Yo lo considero como un bebé que está creciendo. Más o menos al final de la década llegaremos a la segunda fase que es la inteligencia artificial general que tendrá una capacidad de relacionamiento muy parecida a la humana, podrá resolver problemas muy complicados, ser innovadora... Va a poder aportar mucho a médicos, ingenieros, abogados, contables, a cualquier profesión que tenemos ahora. La tercera fase sería la super inteligencia artificial, a la que no sé cuándo llegaremos, será en décadas desde ahora.
– ¿Qué consecuencias van a tener las diferentes regulaciones sobre IA en cada uno de los países?
– Es muy importante crear regulaciones que estén balanceadas, porque mucha regulación te va a parar la innovación, la creatividad. Incluso hay posibilidad de gente que esté fomentando trabajos o startups se vayan de este país, pero al mismo tiempo no puedes dejar la gente que haga lo que quiera porque sería una locura.
El impacto que va a tener esa tecnología en esos países desarrollados o que se están desarrollando no va a ser el mismo
¿Entonces, cuál es el balance perfecto donde se puede hacer eso? Por ejemplo, la Unión Europea con la introducción de su regulación ha dado un paso muy bueno. Pero no se tiene que parar ahí. Creo que tiene que haber un mecanismo donde se tiene que evaluar constantemente y ver en lo que se está trabajando y adaptarlo.
– Nadie nos ha enseñado a utilizar la inteligencia artificial, pero sigue implantándose en la sociedad, en educación, en la sanidad... ¿Por qué?
– Hasta hace dos años y medio se usaban sistemas muy complicados, muy potentes, de inteligencia artificial, pero estaban en manos de gente que tenía capacidad técnica, que podía programar. El punto de inflexión ha sido que pueden usar esas técnicas personas que no tienen absolutamente ningún conocimiento técnico. Ese ha sido el cambio drástico.
– ¿Qué pasa con los negacionistas de la IA?
– Dependerá de si es una persona individual o es el CEO de una compañía. Si el CEO de una compañía no quiere saber nada, te aseguro que esa compañía va a estar fuera del negocio.
– ¿Hay mucho mal detrás de la IA?
– Como en cualquier otra tecnología tiene cosas positivas y cosas negativas. Lo diferente ahora es que el impacto es muchísimo más amplificado de cualquier otra tecnología que hemos tenido hasta ahora.
El impacto es muchísimo más amplificado de cualquier otra tecnología que hemos tenido hasta ahora
Pero hay cosas muy buenas, especialmente en áreas médicas, y también hay cosas negativas. Y cuanto más avanzada, también va a tener más impacto positivo y más impacto negativo. Tenemos que ver como sociedad, como comunidad y como humanidad, cómo podemos disminuir las cosas negativas y amplificar las cosas positivas lo máximo posible.
– ¿En qué lugar va a quedar el ser humano en este desarrollo de la IA?
– Los robots humanoides van a tener más capacidad, van a ser muy similares a las personas. En 50 años sería muy difícil distinguir una persona de un humanoide. El humanoide nunca va a ser una persona porque la persona va a ser imposible de replicar. Se va a crear una especie nueva que va a vivir entre nosotros, que va a tener capacidades mucho más fuertes y mejores que nosotros.
En 50 años sería muy difícil distinguir una persona de un humanoide
Los humanoides incluso puede llegar un día que sean mitad biológicos mitad digitales. Se están desarrollando sistemas que se llaman inteligencia ergonoide, que pueden utilizar células madres que se puedan usar por computación. Se están viendo músculos, por ejemplo, que son derivados de bases biológicas. En la sociedad, un hombre puede encargar un robot que sea una mujer; una mujer puede crear un robot que sea hombre. Puedes escoger los aspectos físicos de ese robot y ese robot va a tener una compatibilidad con tu personalidad casi idéntica.
Los humanoides incluso puede llegar un día que sean mitad biológicos, mitad digitales
Y habrá suscripciones, por ejemplo, yo quiero que ese robot sea el mejor chef del mundo, que sea un músico, que sea un cómico, que sea médico en varias especialidades. Al mismo tiempo tendría cosas positivas, imagínate que una persona está al cuidado de familiares mayores y tiene que trabajar durante el día. Si haces un clon de esa persona con su misma personalidad, con su misma voz que se haga cargo del cuidado de gente mayor. O, por ejemplo, vas a ir a la universidad y ves a Newton dando una clase de Física. Pero al mismo tiempo, imagínate si un CEO es clonado y dice cosas que son controvertidas qué impacto tendrá en la compañía. Hay cosas de ciencia ficción, que se ven ridículas, pero hay muchas respuestas ridículas que se van a manifestar en realidad en el futuro
– La última pregunta se la pedido a la IA y quiere saber qué tecnologías emergentes cree que tendrán el mayor impacto en 10 años en la humanidad.
– Computación cuántica combinada con inteligencia artificial. Eso va a crear un mundo que va a ser de otro nivel completamente.