NIO emplea robots en cadena de montaje de vehículos eléctricos
«Queremos reducir la dependencia de trabajadores»: los robots llegan a las cadenas de montaje
La llegada de los robots a las cadenas de montaje de vehículos es inminente y promete revolucionar la industria automotriz
La industria automotriz está en constante evolución, impulsada por la necesidad de mejorar la eficiencia, reducir costes y satisfacer la demanda de vehículos más avanzados. La automatización y el uso de robots en las cadenas de montaje se perfilan como factores clave para revolucionar la fabricación de automóviles en un futuro próximo.
La automatización en la industria automotriz no es nueva. Desde la implementación de la línea de montaje por Henry Ford en 1913, los fabricantes han buscado formas de optimizar los procesos de producción.
En las últimas décadas, los robots industriales han jugado un papel fundamental en tareas como soldadura de carrocerías, pintura de vehículos o montaje de componentes pesados.
Sin embargo, la llegada de robots más avanzados y versátiles promete una transformación más profunda, con máquinas capaces de realizar tareas complejas que hasta ahora requerían intervención humana.
El robot Walker S
El fabricante chino de vehículos eléctricos, NIO, cuenta con robots humanoides en el proceso de ensamblaje en una de sus fábricas en la ciudad de Hefei donde operan dos avanzadas fábricas dedicadas a la producción de vehículos eléctricos.
El robot Walker S
El robot Walker S se ha diseñado específicamente para integrarse en la línea de montaje de vehículos eléctricos. Esto es la consecuencia de las palabras de Ji Huaqiang, vicepresidente de fabricación, logística y operaciones de Nio que anunció en 2023 que: «Queremos recurrir a las tecnologías de IA para reducir en gran medida la dependencia de trabajadores y técnicos calificados y, por lo tanto, ahorrar más costos de mano de obra. Si el 80 por ciento de nuestras decisiones pueden ser tomadas por la IA, nos permitirá reducir el 50 por ciento de nuestros puestos directivos en 2025».
Si el 80 % de nuestras decisiones pueden ser tomadas por la IA, nos permitirá reducir el 50 % de nuestros puestos directivos en 2025Vicepresidente de fabricación, logística y operaciones de Nio
La incorporación de robots en las cadenas de montaje trae consigo muchos beneficios ya que pueden realizar tareas con una exactitud milimétrica, reduciendo errores y mejorando la calidad del producto final. Al trabajar 24/7 sin interrupciones, los robots pueden acelerar el proceso de fabricación, disminuyendo los tiempos de entrega.
El robot Walker S
Por otro lado, las tareas peligrosas, como el manejo de materiales tóxicos o el ensamblaje en condiciones extremas, pueden ser asumidas por robots, reduciendo el riesgo de accidentes laborales.
El avance de la robótica en las cadenas de montaje está impulsado por varias tecnologías emergentes como los robots colaborativos o cobots, diseñados para trabajar junto a los humanos, los cobots son más flexibles y seguros, lo que permite una mayor interacción en tareas de ensamblaje.
Los robots con IA pueden aprender y adaptarse a diferentes tareas, mejorando su rendimiento con el tiempo. Esta tecnología permite a los robots 'ver' y reconocer piezas, facilitando el montaje de componentes complejos. La conexión de robots y máquinas a través de IoT permite un control y monitoreo en tiempo real, optimizando el flujo de trabajo.
Impacto en el empleo
Uno de los principales debates en torno a la automatización es su impacto en el empleo. Si bien es cierto que los robots podrían reemplazar ciertas tareas manuales, también es probable que generen nuevas oportunidades en áreas como el mantenimiento y programación de robots, el análisis de datos y optimización de procesos o el desarrollo de software y sistemas de control.
Además, muchas empresas están invirtiendo en la capacitación de sus empleados para que adquieran habilidades en robótica y automatización, facilitando la transición hacia un entorno de trabajo más tecnológico.
Vista interior del robot Walker S
En el futuro, se espera que las fábricas de automóviles se transformen en 'fábricas inteligentes', donde robots, humanos y sistemas de inteligencia artificial trabajen en conjunto para producir vehículos de manera más eficiente y personalizada. Esto no solo permitirá la fabricación de coches más seguros y avanzados, sino que también reducirá el impacto ambiental mediante procesos más sostenibles.
La automatización total aún está lejos, pero el camino está trazado. La clave será encontrar el equilibrio entre la tecnología y el talento humano, creando un ecosistema productivo que beneficie a todos los actores de la industria.