¿En tu inteligencia o en la mía?

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido súbitamente y de forma exponencial en la mayoría de ámbitos de nuestra vida. Mucho se ha escrito y debatido -y, sin duda, se seguirá haciendo- acerca del impacto y desafíos que supone la IA; así como de la oportunidad que supone, junto a los peligros que encierra esta nueva concepción del conocimiento. El mundo académico se ha visto especialmente afectado, tanto positiva como negativamente, por el empleo de esta nueva herramienta. No es poca la preocupación que suscita, entre los docentes, el empleo de esta tecnología por parte del alumnado; la cual podría contribuir, si se utiliza de forma inadecuada, a una disminución de la cultura del esfuerzo.

No es poca la preocupación que suscita entre los docentes el uso de esta tecnología

Con todo, la IA no es una herramienta más, no es sólo una nueva metodología que llega desde el ámbito digital pues, en cierta medida, suplanta la cualidad intrínseca y diferenciadora del ser humano: la inteligencia. Por ello, a la utilización no siempre bien mesurada, hay que añadir todas las repercusiones éticas, profesionales y laborales que potencialmente puede tener. Es por ello, que se ha considerado interesante -y hasta conveniente- que los docentes y estudiantes reflexionen sobre su uso y comparen los riesgos y beneficios de su empleo para construir en ellos un espíritu crítico que permita valorar los avances tecnológicos, siempre y cuando no se traspasen los límites éticos. La legislación no es ajena al reto que establece la IA, como se indica en la propuesta Reglamento de la Unión Europea COM/2021/206, del 21 de abril de 2021 y en el RD 817/2023, de 8 de noviembre.

A la utilización no siempre bien mesurada, hay que añadir todas las repercusiones éticas, profesionales y laborales

La aparición de esta tecnología no nos puede dejar indiferentes en las universidades, en la confianza de que todo seguirá igual. Es por ello, que en la Universidad CEU Cardenal Herrera ya hemos comenzado a utilizarla como una (útil) aliada y no como una enemiga. Por ejemplo, en la asignatura de Química Inorgánica del Grado en Farmacia, en la que hasta el curso pasado los estudiantes debían realizar un trabajo bibliográfico (10 % de la nota final) utilizando bases de datos y fuentes bibliográficas, este curso lo han realizado utilizando IA, de forma obligatoria. Así, el alumnado ha elaborado el trabajo en dos modalidades: de forma tradicional y empleando IA a través de la plataforma ChatGPT. Además, los estudiantes han entregado un tercer documento donde se comparan ambas metodologías y se emite una conclusión personal valorando el empleo crítico de esta herramienta.

Los estudiantes entregan un tercer documento donde se comparan ambas metodologías y se emite una conclusión personal

En el ejemplo descrito en esta actividad concreta (definida, en su momento, por el Catedrático doctor José Vicente García Mateo (qepd)), se busca conseguir una ampliación de los contenidos de la materia y, además, que el alumnado optimice el empleo de la plataforma de IA ChatGPT mediante la formulación de preguntas adecuadas y reflexionadas (prompts); comparar la realización de un trabajo bibliográfico de manera convencional que fomenta el análisis y síntesis de la información y también la reflexión crítica, con otro realizado mediante el empleo de la IA; y educar a los estudiantes en el espíritu crítico frente a las nuevas tecnologías/herramientas valorando riesgos y beneficios, y evaluando las connotaciones éticas de su utilización. Todo ello, conforma el Proyecto de Innovación Docente de título: «¿En tu inteligencia o en la mía?» desarrollado en esta asignatura.

Con la investigación bibliográfica de estos temas se busca que el alumnado optimice el empleo de la plataforma de IA ChatGPT

Considerando las conclusiones extraídas de la comparativa realizada por los estudiantes, prácticamente la totalidad de ellos, como era de esperar, coinciden en valorar positivamente la rapidez en la obtención de la información y el consiguiente ahorro de tiempo que ello supone; sin embargo, también una gran mayoría destaca la baja fiabilidad de los resultados obtenidos mediante el empleo de esta IA gratuita, cuando no se han encontrado con respuestas erróneas o que no tenían que ver con el tema. Así pues, si bien esta tecnología facilita la realización de tareas y búsquedas que, en ocasiones, pueden resultar tediosas, (en el ámbito de la enseñanza sería el paraíso del vago), también conlleva connotaciones éticas -como apuntan los alumnos-, cuando se intenta suplantar, con el consiguiente engaño, el trabajo que se debería realizar con el esfuerzo personal de recopilación de información, síntesis y espíritu crítico, que lleva al discernimiento y a la verdadera adquisición de conocimientos y destrezas. Coincido, pues, con lo que indica una de mis alumnas: «La toma de decisiones siempre debería estar guiada por la búsqueda de un equilibrio óptimo entre la eficiencia tecnológica y la riqueza de la experiencia humana».

• María del Carmen Sanfeliu Alonso es Doctora en Farmacia y profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera. También es miembro del Grupo de Reflexión sobre IA y Educación.