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02 de mayo de 2024

Unai Mezcua Gordillo
Unai Mezcua Gordillo

Los cien años de Telefónica, la empresa de las primeras veces

Telefónica llega a su centenario con más de 388 millones de clientes en todo el mundo y con retos como el doble desembarco de la SEPI y de los saudíes en su accionariado y el refuerzo de su competencia

Actualizada 08:48

Obras de la CTNE y parte de su material en la década de 1920

Obras de la CTNE y parte de su material en la década de 1920Archivo de Telefónica

Hace cien años los periódicos recogían la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Chamonix, Francia, se publicaba el primer libro de crucigramas de la historia o los barceloneses estrenaban su primera línea de metro, entre Lesseps y Cataluña. La prensa, incluido El Debate, abordaba también los choques entre Alemania y Francia por el reparto del Rin y cómo el sector del aceite, preocupado por las exportaciones, reclamaba al Gobierno una conferencia nacional.
Entre informaciones que eran de otro siglo y noticias que parecen de esta mañana veía la luz, el 19 de abril de 1924, extrañamente un sábado santo, la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). Auspiciada por la americana ITT Inc (que aún existe y cotiza en el Nasdaq) y con el respaldo del Banco Urquijo y el Hispanoamericano, la futura Telefónica nacía con un capital de un millón de pesetas y una primera oficina en la Plaza de las Cortes. Lejos aún de la magnificencia del Edificio Telefónica, que cuatro años después se convertiría en el primer gran rascacielos español, o de las dimensiones colosales del actual Distrito Telefónica, en Las Tablas.
Desde entonces Telefónica sería la empresa de las primeras veces. Tras hacerse con el monopolio de las comunicaciones en España, el Rey Alfonso XIII utilizaría sus servicios en 1928 para llamar, «desde un soberbio aparato telefónico de oro», como recogió la prensa, al presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, en lo que sería la primera conexión transoceánica de la CTNE. «Me causa gran placer saludar a Vuestra Majestad en nombre del pueblo de los Estados Unidos» , dijo el presidente Coolidge. «Correspondo complacido, en mi nombre y en el de España, al saludo de Vuestra Excelencia».
En 1938, ya en plena Guerra Civil, la CTNE conquista la última provincia española que se le resistía: Tenerife. Durante esos años, con su sede central convertida en refugio para ciudadanos, escritores y corresponsales de guerra, la compañía mantuvo sus operaciones, no sin dificultades.

Tenerife fue la última provincia española a la que llegaría la CTNE, en 1938

Tras la contienda el Estado se hizo con el 79 % de las acciones, por 600 millones de pesetas, llegando a su presidencia José Navarro-Reverter, quién se mantendría en ella hasta la década de los 60. Durante esa década la empresa retomó su expansión, alcanzando en 1948 el medio millón de teléfonos en servicio, que serían un millón en 1955, tras abanderar la compañía la implantación de avances como el cable coaxial o el sistema de radio múltiple.
La empresa, sin embargo, no daba abasto para tanta demanda, como recogía su memoria de 1951, recuperada por la propia Telefónica entre el despliegue por su centenario: «Podéis estar seguros de que nada de lo que sea factible dejaremos de hacerlo y de que nuestra ambición es implantar en España un servicio telefónico tan amplio, completo y perfecto como puedan serlo los mejores del mundo».
Esos años se estrenaban también experiencias piloto como las llamadas desde vehículos, gracias a un sistema de radio urbana en Madrid y Barcelona. Igualmente veían la luz las llamadas a barcos, bajo el conocido como Servicio Medido, una apabullante innovación técnica para la época.
Edificio de Telefónica en Madrid

Edificio de Telefónica en Madrid

Distrito Telefónica en Las Tablas

Distrito Telefónica en Las TablasSan José

Móvil y auge y caída del ADSL

Tras el franquismo la compañía abanderó, ya en los 90, la introducción de la telefonía móvil, en 1994, a través del servicio Moviline. También la llegada de internet, con Infovía y el servicio de ADSL, que ya en 2001 llegaba a 100.000 hogares. Un servicio que precisamente, y de manera simbólica, Telefónica se halla en proceso de desconectar, ante la llegada de nuevas tecnologías más rápidas y eficientes, tras desmantelar más de 4.000 centrales.

Un 46 % de sus ingresos proceden ya de conectividad de nueva generación y productos digitales

Telefónica llega a su centenario con más de 388 millones de clientes en todo el mundo y con un 46 % de sus ingresos procedente de la conectividad de última generación y de productos digitales. Pero también lo hace con grandes retos, como la novedad de no ser ya líder en número de clientes en España, superada ante la nueva Masorange.
Otro desafío es encajar en su accionariado el regreso del Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones (SEPI), que ya gestiona el 5 % de su capital y apunta a alcanzar el 10 %. También el de la saudí STC, propietaria ya de otro 5 % y pendiente aún de solicitar la autorización del 4,9 % restante al Ejecutivo; en medio todo ello del creciente papel de Criteria, el holding industrial del universo Caixa.
A todos ellos quiso tender la mano el presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, en la Junta de Accionistas de la semana pasada: contribuyen a la «estabilidad accionarial», y reflejan «confianza y compromiso en la estrategia a largo plazo», dijo Pallete, apuntando a los muchos retos de futuro del sector y de la empresa. «La mejor forma de anticiparnos al futuro», quiso apuntar también Pallete, «es construyéndolo».
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