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Vista general del acto de presentación del equipo de la Comisión Europea ante la Eurocámara, en Bruselas (Bélgica).
Los pagos de la UE a las organizaciones ambientalistas retumban en Bruselas
Un grave caso de corrupción acecha a la Unión Europea (UE). El supuesto pago de 700.000 euros de la institución a organizaciones ambientalistas a cambio de apoyar el Pacto Verde ya retumba en la sede de la democracia europea.
El dinero, que tal y como describe la investigación del diario holandés De Telegraaf procedería de las arcas europeas, habría sido utilizado para financiar actividades de los lobbies que hicieran campaña a favor de las políticas verdes de Bruselas.
La Comisión Europea (CE) ha reconocido el problema y, en palabras de Piotr Serafin, comisario europeo de Presupuesto, Lucha contra el Fraude y Administración Pública, ha señalado que «no fue apropiado que algunos servicios de la Comisión firmaran acuerdos que obligaran a las ONG a presionar específicamente a los miembros del Parlamento Europeo».
Las voces que exigen responsabilidades a la Comisión Europea son cada vez más. El sector pesquero europeo, representado por la organización Europêche, de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (Cepesca), ha exigido «aclaraciones inmediatas» y ha extendido la reclamación a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) que, junto con la CE pide «una investigación independiente con el fin de proteger la integridad y la credibilidad de las instituciones europeas y garantizar plena transparencia e independencia en sus interacciones con ONG y otros actores interesados».Según Europêche, si se confirmara que se han utilizado fondos públicos para apoyar campañas destinadas a influir en estas políticas se habría comprometido la imparcialidad e integridad democrática del proceso de decisión dentro de la UE.
«La organización muestra su profunda preocupación ante unas averiguaciones que considera especialmente alarmantes por su impacto potencial en sectores como el pesquero, que ya enfrenta enormes presiones regulatorias y económicas. A su juicio, políticas vinculadas al Pacto Verde, como la Ley de Restauración de la Naturaleza, tienen consecuencias profundas para las comunidades pesqueras europeas, exigiendo medidas drásticas como el cierre adicional de caladeros tradicionales», apunta Cepesca en un comunicado.
El crecimiento de las campañas contra la pesca de fondo lideradas por las asociaciones que estarían financiadas para impulsar el Pacto Verde pone en tela de juicio las políticas implementadas los últimos años. Para los pescadores, estas medidas «abogan por la prohibición total de un método de pesca legal, certificado y estrictamente regulado en Europa, en lugar de buscar mejoras o colaborar con el sector pesquero».
La denuncia de Europêche estima que, «para restaurar la confianza en el proceso de toma de decisiones», la investigación debería identificar las organizaciones implicadas, sus objetivos y la financiación recibida.
Las críticas dirigidas a la UE también llegan desde el sector agrícola. Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), ha cargado duramente contra «los entresijos de la mano negra de Bruselas, primando el ecologismo radical y asestando una auténtica puñalada a los agricultores y ganaderos europeos».
El dirigente de AVA-Asaja asevera que la polémica por los desembolsos de la Comisión Europea es un mal ejemplo de lo que debe ser una democracia y una manera de hacer política con transparencia y honestidad. «Es una vergüenza que en la UE aún puedan ocurrir hechos como este que dividen, en lugar de unir, a una sociedad que se merece mayor respeto».
La gestión del excomisario de Acción por el Clima Frans Timmermans y del actual equipo de la Comisión Europea -del que forma parte Teresa Ribera como vicepresidenta y comisaria de Transición Limpia atraviesa una grave crisis reputacional. «Que aporten las debidas explicaciones sobre estos hechos extraños y tan dañinos para los agricultores europeos, pero también para los consumidores, la economía, la soberanía alimentaria y la lucha mundial contra el cambio climático», concluye Aguado.