Los retos del aguacate español para resistir en Europa y soportar la irrupción de Marruecos
La campaña de la fruta tropical rondará las 80.000 toneladas en España, cantidad insuficiente para crecer como potencia productora mundial
El peso del aguacate español en el mercado europeo está en entredicho. La fuerte sequía sufrida en las dos últimas campañas ha lastrado la producción en Málaga y Granada, huerta tropical del viejo continente.
La proliferación del oro verde en La Axarquía y la Costa Tropical durante los últimos 40 años se ha topado con la ausencia de agua de 2022 y 2023; sin embargo, la demanda no afloja.
El consumidor, encandilado por el sabor y los beneficios del aguacate, va a más y exige una producción mayor. Hasta ahora, España ha aprovechado su ventaja para establecerse como un referente en Europa con el 77 % de la producción total y también como el primer exportador. Para continuar en ese puesto de privilegio, el aguacate español afronta un proceso plagado de retos y con una competencia que crece de manera exponencial.
La entrada en producción de nuevas plantaciones de aguacate en Cádiz, Huelva y la Comunidad Valencia se ha erigido como una solución para ampliar la cosecha en España, aunque desde las explotaciones se ve como insuficiente y exigen más herramientas para mantenerse como un líder internacional. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la superficie española dedicada al aguacate representa el 2,2 % de la mundial y el 85,2 % de la Unión Europea.
Benjamín Faulí, responsable de frutas tropicales de Asaja Málaga, señala en conversación con El Debate que los productores nacionales cada vez tienen más competencia en su período de comercialización; de octubre a diciembre para la variedad beicon y de diciembre a mayo para el cultivo mayoritario, el hass. «Málaga y Granada aglutinan buena parte de la producción española y si hay algún fallo lo compensamos con fruta nacional, pero realmente somos lo que somos. España produce unas 70.000 toneladas de media y Europa importa más de 700.000 toneladas al año», explica Faulí, que destaca la necesidad de ampliar la zona en España para ser alguien en Europa y de mejorar las infraestructuras existentes, ya que la amenaza de Marruecos como productor de aguacate va a más.
Juan de Dios Pérez, vocal para la provincia de Cádiz de la Junta Directiva de la Asociación Española de Tropicales (AET), confía en las posibilidades del aguacate español en Europa siempre y cuando los productores tengan más recursos hídricos: «Parece que a Bruselas solo le interesa Andalucía para el ocio y el turismo, pero aquí hay potencial para que la gente tenga una salida. No se puede legislar desde un despacho sin conocer qué pasa en el barro y ver la problemática real. De nada sirve que llueva si esa agua se desaprovecha y acaba en el mar», lamenta el miembro de la AET, que apunta a la imposibilidad para competir en Europa «con canales de agua construidos en el siglo XIX».
Faulí advierte del potencial del vecino del sur con el aguacate. «Marruecos se puede poner en 100.000 toneladas anuales en dos años, lo mismo que nosotros con 40 años de experiencia». El responsable de frutas tropicales de Asaja indica que el país magrebí ha aprovechado los conocimientos obtenidos por los productores españoles en las últimas décadas, así como la planta y la tecnología.
En 2023, España importó 21.671 toneladas de aguacates marroquíes. El 48 % de la exportación de aguacates marroquíes a la Unión Europa (UE) se comercializan desde España. «Cabe destacar la vocación exportadora de este sector, si bien hay tener en cuenta que desde España se suministra a Europa aguacate durante todo el año, con el objeto de fidelizar clientes. Por ello, desde España, además de aguacate de origen español también se exporta aguacate procedente de terceros países que ha sido previamente importado», subraya el Anuario de Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
«La ventaja de Marruecos y el resto de los competidores es que no tienen el infierno burocrático de UE. Aquí para proyectar una presa nos tiramos 20 años y luego llega la fecha y no se hace», condena Pérez, que considera que como España la producción de aguacate de España no da para nutrir la demanda continental, el gran conflicto con Marruecos «será cuando para entrar en la UE se salten no pasen por aquí y vayan directamente al mercado europeo».
La campaña del aguacate en España rondará las 80.000 toneladas, cantidad insuficiente para crecer como potencia mundial. «Tenemos un déficit hídrico y una capacidad productiva que por arte de magia no va a cambiar. Para qué va a invertir el campo en maquinaria, personal y desarrollo si dependemos del cielo porque no hay reservorios de agua» sostiene Pérez, que reclama infraestructuras para aprovechar mejor el agua y construir presas para no depender tanto del ciclo de lluvias y tener una producción estable para distinguirnos como un actor serio en el mercado.
«Infraestructuras hídricas y planes de irrigación, solo pedimos eso. Si lo hacemos Marruecos nunca va a ser mejor productor que nosotros, ni con la mano de obra un 50 % más barata que la nuestra. España es una potencia comercial y logística, ponemos palés sueltos de aguacates en Estocolmo en cinco días», argumenta el miembro de la AET.
La apuesta por desaladoras y aguas regeneradas es reclamada por Faulí, que pone en valor la producción europea frente a la fruta de otros lugares «en los que ni de lejos se cumplen los estándares de calidad de aquí».