Viñedo en la D.O. Rueda

Viñedo en la D.O. RuedaEuropa Press

Los díscolos del campo que sí apoyan el acuerdo con Mercosur: «Nos abre las puertas a un gran mercado»

No todos los productores están en contra de la alianza comercial con Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil

La crispación de agricultores y ganaderos con las decisiones políticas que se toman en Bruselas y que repercuten en el día a día de las explotaciones ha aumentado en los últimos tiempos.

Las reivindicaciones del campo retumban cada vez más y de manera más recurrente en la ciudad. Las acciones de los trabajadores agrarios han paralizado importantes capitales europeas y la amenaza de volver a llevar los tractores al corazón de las urbes sigue ahí.

El acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) ha disparado las tensiones del sector primario, azotado por el incremento de los costes, las cargas burocráticas y la sequía. Los ganaderos y los agricultores de frutas y hortalizas lideran la beligerancia por la relación con Mercosur, ya que entienden que se desfavorecerá sus producciones y que al otro lado del océano Atlántico no se respetarán las obligaciones que impone la UE en el viejo continente. El rechazo frontal al trato con Mercosur marcó el fin del 2024 y apunta a protagonizar buena parte de las protestas de 2025; sin embargo, no todos los productores están en contra de la alianza.

El Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha repetido en numerosas ocasiones las bondades del acuerdo, que encuentra en los productores de vino su gran apoyo en el campo español. «Estamos totalmente a favor con los tratados de libre comercio en general y con el alcanzado con Mercosur en particular», reconoce en conversación con El Debate José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV).

La federación, que comprende a más de 850 bodegas y al 83 % del valor del vino embotellado en España, celebra el trato, vilipendiado desde el sector y ensalzado por el Gobierno. «Hay elementos que nos hacen pensar que se abren las puertas a un gran mercado. Argentina, Uruguay e incluso Paraguay producen vino, pero en Brasil vemos posibilidades de negocio muy importantes», destaca Benítez, que se alinea con el mensaje del Ministerio que encabeza Luis Planas que ponía a los vitivinícolas como unos de los segmentos más beneficiados por el acuerdo.

«No hay ningún temor por nuestra parte a la apertura. La importación que ya hay la va a haber, puede favorecer ligeramente a que aumente un poco, pero no va a multiplicarse. En el sentido contrario, nosotros tampoco vamos a exportar a Argentina más de lo que se exporta ahora, que es muy poco. Brasil es el mercado donde tenemos más opciones. No solo por número de habitantes y por ser un país con una tradición y una afinidad, cultural, histórica y social con Europa», subraya Benítez.

El director general de la FEV señala que el vino europeo actualmente tiene un arancel del 25 % en función del valor de la botella: «Hablamos de palabras mayores. Un vino español que sale de bodega a 4 euros automáticamente allí, solamente por arancel, cuesta 5 euros. Desde que se implante la desaparición del arancel, que será progresiva, los efectos serán tremendamente positivos para nosotros y nuestro gran mercado potencial es Brasil».

Los productores de vino ven en la colaboración con Mercosur mucho más que un intercambio, ya que creen que con esta apertura desaparecerán barreras técnicas al comercio que favorecerán el asentamiento del vino español en Sudamérica.

La posición de los viticultores es única. Ningún otro miembro del campo ha mostrado su apoyo a la decisión de la UE de ratificar un trato de más de 20 años de negociación. Incluso el aceite de oliva, al que el Ministerio puso como uno de los principales vencedores de la alianza, está abiertamente a favor.

«Espero que nuestra posición no nos enfrente con nadie. Realmente no creo que haya tanto rechazo como parece, lo que pasa es que todo se polariza. En cualquier momento habrá algún político —de un lado u otro— que decida coger la bandera que están defendiendo algunos y parecerá que por Mercosur se está haciendo un daño irreversible al campo español. Vivimos en una época en la que los mensajes simplistas calan», lamenta Benítez, que evita «meterse en lo que pasa en otras producciones» e invita a que se analice en profundidad la afección verdadera según el tipo de explotación.

Los productores de vino insisten en que el sector primario necesita expandirse y que, frente a la rivalidad, hay que convencer al consumidor de por qué es mejor el producto nacional.

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