
Un perro, durante una jornada de caza en Castilla y León
La Asociación de Rehalas pide una excepción a la polémica ley que limita los medicamentos a las mascotas
«Se ha legislado en contra de la sanidad animal, porque con estos requisitos se retrasará el inicio de cualquier tratamiento con antibióticos», lamentan
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Las protestas contra la conocida como ley del medicamento continúan. La Asociación de Rehalas Regionales Españolas 'Caza y Libertad' (Arrecal) ha sido la última en alzar la voz contra esta ley que limita los antibióticos a los veterinarios.
El Real Decreto 666/2023, en vigor desde principios de año, establece nuevas regulaciones sobre el uso de medicamentos veterinarios e introduce el sistema Presvet, una base de datos creada por el Ministerio de Agricultura para monitorizar el uso de antibióticos en la práctica veterinaria.
De esta manera, los veterinarios no pueden dispensar medicamentos, obligando a los dueños de mascotas a comprarlos en farmacias.
Arrecal ha subrayado su preocupación por las implicaciones que tendrá para la tenencia responsable de perros de rehala la ley, ya que entienden que los rehaleros tendrán muchas más dificultades para localizar de forma rápida y eficaz antibióticos para tratamientos de urgencia.
«Se ha legislado en contra de la sanidad animal, porque con estos requisitos se retrasará el inicio de cualquier tratamiento con antibióticos, siendo perjudicial para la salud de nuestros perros», explica Felipe Vegue, presidente de Arrecal, que añade que «esta es la forma más absurda de acabar con miles de animales bajo nuestra responsabilidad».
La asociación incide en que ahora los medicamentos solo podrán adquirirse en las farmacias. «No suelen disponer de productos específicos para animales. Este nuevo escenario producirá un retraso sistemático en el inicio de los tratamientos, pudiendo afectar a la gravedad de la infección del animal», indican.
Los profesionales veterinarios no podrán prescribir antibióticos a una camada de cachorros que todavía no estén identificados, es decir, a perros menores de tres meses, según la legislación actual. «En caso de que uno de estos cachorros padezca una infección, no podrá recibir medicación hasta que se realice el trámite burocrático correspondiente a su identificación, lo cual provocará que el inicio del tratamiento se alargue el tiempo suficiente como para que el cachorro fallezca antes de recibir los antibióticos», argumenta Vegue.
Arrecal reclama una excepción para que los medicamentos puedan ser dispensados por veterinarios en el ámbito de animales ajenos al sector ganadero como son los perros de rehala. «Se trata de una posibilidad que es compatible con las directivas de la Unión Europea y que se ha aplicado con éxito en otros países europeos como Alemania, Francia o Italia», explica el presidente rehalero.
Los rehaleros han destacado su respaldo a las reivindicaciones del colectivo veterinario. «Están padeciendo lo que viene siendo habitual en las recientes legislaciones que afectan a la rehala: inseguridad jurídica y sanciones mucho más cuantiosas», lamenta el presidente de Arrecal.
Los profesionales veterinarios creen que la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023 «restringe injustificadamente el acceso a los tratamientos de los animales, poniendo en peligro su estado sanitario y bienestar y la Salud Pública y, porque, en definitiva, las decisiones sobre la salud animal deben tomarse con criterio veterinario y no administrativo».
Además, Arrecal comparte con los profesionales veterinarios la necesidad de modificar el tipo impositivo de IVA aplicable a la prestación de servicios veterinarios, que actualmente es de un 21 %, y la preocupación de operar con un nuevo régimen sancionador mucho más duro con los veterinarios, que se exponen a cuantiosas multas simplemente por prescribir un antibiótico a un animal enfermo. «Lo único a lo que conduce todo es a problemas de salud pública, derivados de una burocracia que cada vez carga más al administrado y que limita el correcto desarrollo de cualquier actividad relacionada», concluye Vegue.