
Recolección de tomate para industria en Extremadura
La mitad del tomate de Extremadura está en riesgo: «No hay alternativa»
El producto para industria se ve acorralado por las condiciones de la tierra tras las torrenciales lluvias del final del invierno
Vida o muerte para el tomate para industria en Extremadura. La región, que acapara tres cuartas partes del total de la superficie destinada a este producto en España, enfrenta una situación crítica para el cultivo después de las importantes lluvias de marzo.
La acumulación de agua en las zonas dedicadas habitualmente a la siembra del tomate impide la preparación de la tierra para la llegada de la planta, que apura sus días en el invernadero.
El encharcamiento evita la aplicación de Metam sodio, un fitosanitario eficaz contra los nematodos e importante en la prevención de ataques de fusarium que ha de emplearse entre 20 y 30 días antes de la plantación del tomate. «Si se quiere cultivar en fechas habrá que hacerlo sin la desinfección previa porque ya tendríamos que estar haciendo los tratamientos y es imposible», apunta en conversación con El Debate Luis Cortés, coordinador estatal de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos y responsable de la organización en Extremadura.

El volumen de precipitaciones ha abierto la posibilidad a que los tomateros apuesten por otra opción para sus tierras
Desde Unión de Uniones insisten en que los agricultores, por causa de fuerza mayor, no tienen obligación de respetar los contratos del tomate temprano para industria, ya que si lo hacen pueden perder dinero. «Nuestro consejo para los productores es que piensen bien qué van a hacer. Que lo valoren y que solamente se arriesguen en aquellas tierras que prevean que no van a tener este problema de fusarium y de nematodos, como las que lleven varios años sin destinarse al tomate», explica el dirigente de la organización, que cifra en el 50 % del cultivo extremeño el porcentaje que no se ha podido desinfectar y que, por tanto, va a ver muy reducida su producción.
Pérdidas de 13 millones de euros
La previsión meteorológica en la comarca Vegas del Guadiana, lugar donde más tomate para industria se siembra en Extremadura, dota de mayor riesgo la siembra: «La semana que viene va a llover otra vez y eso no ayuda. Muchos agricultores van a mantenerse en el tomate, aunque no hayan desinfectado porque no hay alternativa y la planta está ya prácticamente lista para sembrar, pero el rendimiento habrá que verlo a final de campaña. Va a ser muy inferior porque todos estos factores afectan. No se puede dar una cifra general porque cada tomatal es un mundo, pero el coste medio por producción va a subir porque habrá menos cosecha», asevera Cortés.
Según los cálculos de Unión de Uniones, el sector de tomate de industria podría perder alrededor de 13 millones de euros en Extremadura debido al descenso de producción por no poder desinfectar los suelos.
Los tomateros que han elegido asumir el peligro que representan el fusarium y los nematodos suspiran por un frenazo a las lluvias de las últimas semanas y un verano suave. «Nos podemos ir perfectamente a mayo para las primeras plantaciones, lo que supondría un retraso importante y una aglomeración de la producción este verano. Para una campaña en condiciones tenemos que empezar a recoger tomate el 25 de julio. Hay que sembrar cuanto antes para que el 15-20 de julio esté casi a punto y podamos dar salida al producto», concluye Cortés, que insiste a los agricultores en reflexionar profundamente en qué será más beneficioso para su explotación: asumir el riesgo del tomate o lanzarse a la alternativa del maíz.