
Una granja de cerdos, en una imagen de archivo
Ciencia
Consiguen 'resucitar' órganos de cerdos muertos
Utilizaron una solución especial de sangre de los animales junto a otros compuestos
Científicos de la Universidad de Yale han conseguido restaurar la circulación sanguínea y otras funciones celulares en cerdos una hora después de la muerte gracias a un líquido protector de células especialmente diseñado para órganos y tejidos.
En su estudio, publicado en la revista Nature, los investigadores conectaron los cerdos muertos a un sistema llamado OrganEx que bombeaba una solución que contenía la sangre del animal junto a 13 compuestos, y permitía ralentizar la descomposición de los cuerpos y restaurar algunas funciones de los órganos.
Aunque este sistema ayudó a preservar a integridad de los tejidos cerebrales, los investigadores no observaron ninguna actividad coordinada que indicara que los animales habían recuperado la conciencia o la sensibilidad.
Esta publicación destaca que, como ya ocurrió con un artículo de 2019, en el que se han basado las nuevas investigaciones, este estudio seguramente reabra el debate sobre la definición de muerte y la ética de la donación de órganos post mortem. Los autores advierten que estos resultados no muestran que los cerdos hayan sido reanimados de alguna manera después de la muerte, especialmente en ausencia de actividad cerebral.«Provocamos que las células hicieran algo que no podían hacer cuando los animales estaban muertos», explicó Zvonimir Vrselja, neurocientífico de la Universidad de Yale y uno de los autores del estudio.
Nenad Sestad, también miembro del equipo, ya predijo que estos experimentos podrían funcionar tras el estudio publicado el 2019 sobre el cerebro del cerdo. «Si puede recuperar alguna función en el cerebro de un cerdo muerto, también puede hacerlo en otros órganos», aseguró.
Para comprobarlo, los investigadores modificaron el sustitutivo de la sangre –llamado BrainEx– y la técnica utilizada para el estudio. «BrainEx se diseñó para un órgano específico, pero teníamos que encontrar un denominador común que funcionara para todos los órganos con OrganEx», añadió Vrselja.
En la solución de OrganEx, los investigadores incluyeron compuestos que suprimirían la coagulación de la sangre y el sistema inmunológico, que es más activo en otras partes del cuerpo que en el cerebro.
Una hora después de que los cerdos murieran, reiniciaron la ventilación artificial y la anestesia. Luego, algunos de los cerdos se conectaron al sistema OrganEx, mientras que otros no recibieron tratamiento o fueron conectados a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), que algunos hospitales usan en un último esfuerzo para suministrar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono del cuerpo.
Seis horas después, los investigadores notaron que la circulación se había reiniciado de manera más efectiva en los animales que habían recibido OrganEx y un escáner detectó cierta actividad eléctrica y contracciones.
Además, estos cerdos comenzaron a sacudir involuntariamente la cabeza, el cuello y el torso después de recibir una inyección de contraste que ayudó a los científicos a visualizar los cerebros de los animales después del tratamiento. Los no saben a qué puede deberse y señalaron que es poco probable que los impulsos surgieran en el cerebro, dada la falta de actividad eléctrica. Es posible que los movimientos surgieran en la médula espinal, que puede controlar algunas funciones motoras independientemente del cerebro.
Si esta restauración celular pudiera repicarse en animales o en humanos, tendría unas «profundas» implicaciones para la longevidad, especialmente en la preservación de órganos para trasplantes.