Ciencia
Marte tuvo océanos de al menos 300 metros de profundidad
Una investigación sugiere que una oleada de asteroides llenos de hielo propiciaron las condiciones para la formación de vida en el Planeta Rojo
Marte tuvo océanos de al menos 300 metros de profundidad durante sus primeros 100 millones de años de vida, mucho antes de que la vida en la Tierra comenzara a desarrollarse.
Así lo establece una investigación publicada esta semana en la revista Science Advances, donde los autores llegan a esa conclusión tras haber estudiado un meteorito procedente del Planeta Rojo.
Según el equipo, dirigido por el profesor Martin Bizzarro del Centro para la Formación de Estrellas y Planetas, el fragmento contiene pruebas de que hace 4.500 millones de años había suficiente agua en Marte como para estar cubierto en su totalidad por un océano de entre 300 y hasta 1.000 metros de profundidad.
El origen se encuentra, explica Bizzarro, en diversos asteroides llenos de hielo que golpearon la superficie marciana durante los primeros 100 millones de años de evolución del planeta. Además del agua almacenada en su interior, estos cuerpos transportaron también «moléculas orgánicas biológicamente importantes para la vida», como los aminoácidos, que se utilizan cuando el ADN y el ARN forman bases que contienen todo lo que necesita una célula.
«Después de este período, sucedió algo catastrófico para la vida potencial en la Tierra. Se cree que hubo una gigantesca colisión entre la Tierra y otro planeta del tamaño de Marte. Una colisión energética que formó el sistema Tierra-Luna y que, al mismo tiempo, acabó con toda vida potencial en la Tierra», explica Bizzarro.
Superficie inamovible
El meteorito estudiado por el equipo fue una vez parte de la corteza original de Marte y ofrece una visión única de lo que sucedió en el momento en que se formó el sistema solar. A diferencia de la Tierra, donde las placas tectónicas marcianas están en perpetuo movimiento y se reciclan en el interior, la superficie de Marte no se mueve.
«La tectónica de placas en la Tierra borró toda evidencia de lo que sucedió en los primeros 500 millones de años de la historia de nuestro planeta. Las placas se mueven constantemente y se reciclan y destruyen en el interior de nuestro planeta. Por el contrario, Marte no tiene placas tectónicas, por lo que la superficie del planeta conserva un registro de la historia más temprana del planeta», apostilla Bizzarro.