Ciencia
El pez que podría tener el secreto de la eterna juventud
El killis turquesa africano es capaz de pausar su proceso de envejecimiento meses o incluso años, una condición que fascina a los científicos
Ni aguas mágicas ni elixires. La codiciada fuente de la eterna juventud podría esconderse en un diminuto pez con aspecto de lo más corriente.
Eso es, al menos, lo que barruntan investigadoras de la Universidad de Stanford que estudiaron de cerca al killis tuquesa africano (Nothobranchius furzeri), una especie de vida efímera (entre cuatro y seis meses) con una condición, sin embargo, excepcional: son capaces de detener o pausar su envejecimiento.
Así lo pusieron de manifiesto en un artículo publicado en la revista eLife, donde entre otras averiguaciones las autoras descubrieron que, para sobrevivir a los periodos de sequía en los estanques, los killis pueden detener hasta dos años el crecimiento de sus embriones mediante un proceso que denominan «animación suspendida». Esta facultad, que es capaz de alargarse durante toda la vida útil (o incluso más) de la especie, puede persistir hasta la llegada de la temporada de lluvias y la consiguiente reposición hídrica de su hábitat.
Además, las autoras también establecieron dos tipos de alimentación para los ejemplares estudiados: uno favorable al crecimiento y la fertilidad y otro de restricción dietética, en el que redujeron tanto el tiempo como la cantidad de alimento. Y, en el caso de los machos (que no de las hembras), comprobaron que una dieta de menor ingesta se correspondió con un incremento de la esperanza de vida.
Pero, ¿por qué estos peces facilitan el estudio de la longevidad en comparación con los humanos? Según las investigadoras, si se hiciera con personas serían necesarias varias décadas para establecer una relación rigurosa con la dieta. Una barrera que no se interpone, en cambio, con unos animales que no superan los seis meses de existencia.
«Al probar cómo envejecen los diferentes órganos en el mismo animal, podemos proporcionar una base para comprender el curso del envejecimiento natural», destacan. «Esto proporciona una base para comparar la eficacia de diferentes métodos para prolongar la vida útil del ser humano».