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Un grupo de orcas acosa un barco en el Estrecho

El Gobierno vigilará a las orcas por satélite para mitigar sus ataques a embarcaciones

El plan pretende identificar su localización y elaborar un mapa semanal de la zona por la que se hayan desplazado

Apenas unas semanas después de que un grupo de orcas acosaran hasta el hundimiento a un velero en el Estrecho de Gibraltar, el tercero en aguas españolas provocado por estos animales en tres años, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto en marcha un plan de marcaje satelital para monitorizar su comportamiento y tratar de evitar, con ello, las interacciones de los cetáceos con las embarcaciones.

Con la iniciativa, el Gobierno trata de poner fin a una situación que lleva repitiéndose desde el verano de 2020 y que ha ocasionado numerosos incidentes tanto en el Estrecho como en la zona de Galicia. Ese año, varias embarcaciones dieron cuenta de ofensivas organizadas que, a menudo, terminaban obligando a pedir asistencia marítima debido a los desperfectos. Fue solo el principio: hasta hoy se han contabilizado ya más de 500 interacciones realizadas por un número de orcas cada vez mayor.

Pese a los numerosos intentos de entender esta extraña conducta y otras medidas puestas en marcha por las administraciones (como delimitar zonas libres de navegación para impedir acercamientos), los ataques se han sucedido ininterrumpidamente en ambas zonas sin que los expertos hayan averiguado la causa exacta de ese comportamiento. Algunos especialistas creen que se trata de uno de los juegos con los que los adultos enseñan a cazar a las crías; otros, una reacción de autodefensa transmitida al resto del clan por un ejemplar que tuvo algún tipo de mala experiencia con una embarcación.

Para investigar la conducta de unos animales «inteligentes y empáticos» e intentar atajar el problema, el Ejecutivo inició el verano pasado un proyecto piloto con dos ejes. Por un lado, probar diferentes dispositivos y técnicas de navegación y ofrecer así unas pautas claras de actuación, especialmente a los veleros, que permitan que su navegación sea segura. Por el otro, buscar el desarrollo de actuaciones orientadas a la deshabituación de las orcas a las embarcaciones.

Ahora, con el marcaje satelital, el Ministerio pretende identificar la localización de los ejemplares monitorizados y elaborar un mapa semanal de la zona aproximada de ubicación por donde las orcas se han desplazado en ese espacio de tiempo. Por el momento, la medida se ha aplicado a un cetáceo que había sido identificado previamente como uno de los ejemplares que interactúan con las embarcaciones.

El método consiste en dispararle un dardo inocuo de titanio en la aleta dorsal, lo cual permite su geolocalización en tiempo real. El dardo se adhiere entre una semana y tres meses antes de desprenderse y con ello puede saberse también la ubicación del resto del clan, ya que estos animales siempre viajan en grupo junto a otros miembros de su familia. A la información recabada tendrá acceso Salvamento Marítimo, aunque también se pondrá a disposición pública un mapa que será de actualización periódica y no permanente para evitar que las embarcaciones acudan al lugar donde se encuentren las orcas y puedan propiciar incidentes. Cuando el dardo deje de dar señal, se procederá a hacer lo mismo con otro ejemplar (se hará con seis en total) para continuar el cartografiado.

Catalogadas como especie vulnerable, las orcas son mamíferos de hábitos sociables e inteligentes que se encuentran presentes de forma regular en las aguas del Estrecho, la costa atlántica del Golfo de Cádiz y Galicia y hasta el mar Cantábrico, donde encuentran hábitats esenciales para su alimentación.

Están asociados, espacial y estacionalmente, al stock del atún rojo (Thunnus thynnus), lo que genera sus movimientos migratorios y, en consecuencia, los lugares en los que se producen estos ataques y que consisten, fundamentalmente, en morder el timón del barco acosado hasta dejarlo inutilizable antes de abandonar la zona.