Los ataques de orca a barcos en aguas españolas desatan el temor entre pescadores y navegantes
El hundimiento de un barco en el Estrecho de Gibraltar, el tercero desde 2020, constata el extraño cambio de conducta de estos cetáceos
El fenómeno comenzó en 2020 y, desde entonces, se ha venido repitiendo con frecuencia, para desconcierto de los biólogos. Alrededor de unas 14 orcas, según los recuentes realizados hasta ahora, han realizado embestidas contra embarcaciones –principalmente veleros– que navegan por aguas españolas, de los cuales tres han terminado hundiéndose a consecuencia de estos choques. Aunque los porcentajes son bajos en relación con el número de embarcaciones que transitan por las zonas afectadas, el hecho de que se trate de una conducta anómala y que haya ido en aumento ha encendido las alarmas entre autoridades y navegantes.
El último episodio tuvo lugar en el Estrecho de Gibraltar, a la altura de Barbate (Cádiz), la noche del 4 de mayo. Tres ejemplares, uno grande y dos más pequeños, golpearon un velero de 15 metros de eslora y se ensañaron con el timón. Tras varias embestidas, y gravemente dañada, la nave se vio obligada a llamar al personal de Salvamento Marítimo de Barbate, que remolcó el barco hacia el puerto. Fue en vano: cuando apenas quedaban 300 metros hasta el destino, no dio más de sí y naufragó.
Aunque el fenómeno se ha registrado también en Galicia, algo que en esta ocasión llamó la atención de los tripulantes fue cómo parecía que la orca grande atacaba y las otras dos la imitaban, como si las estuviera instruyendo. Dos días antes de esa interacción, otra manada de seis ejemplares también embistió otro velero con idéntico patrón de conducta. «Definitivamente, era una forma de enseñanza», dijo Greg Blackburn, uno de los tripulantes, en declaraciones a 9news.
Los biólogos desconocen cuál es el desencadenante de ese comportamiento, pero tienen alguna teoría. En un informe publicado el pasado verano en la revista Marine Mammals Science, un grupo de científicos españoles constató que, en todos los casos, los animales se acercaban desde popa, golpeaban el timón y abandonaban la zona tras haber conseguido detener el barco. «Las orcas están haciendo todo esto a propósito. Por supuesto, no sabemos el origen ni la motivación, pero el comportamiento defensivo basado en el trauma como origen de todo esto cada día cobra más fuerza para nosotros», expuso Alfredo López Fernández, biólogo de la Universidad de Aveiro en Portugal.
En este sentido, la hipótesis que manejan es la de que una orca hembra colisionara con un barco o quedara enredada y, a partir de ahí, alterara su comportamiento, el cual habría comenzado a ser imitado por el resto de miembros del grupo.
«En más de 500 eventos de interacción registrados desde 2020 ha habido tres barcos hundidos. Creemos que las orcas solo tocan un barco de cada 100 que navegan por un lugar», puntualizó igualmente López Fernández.
Por su parte, Francisco Gil, director del Centro de Interpretación de Cetáceos y Aula del Mar de Tarifa (CICAM), afirmó en 2021, un año después de registrarse los primeros ataques, que ese comportamiento se detonó después de que algunas embarcaciones arponearan grupos que trataban de arrebatarles atunes de sus redes.
Precauciones
La presencia de orcas en el litoral andaluz es frecuente. Suelen acudir a principios de año, coincidiendo con la temporada de la almadraba. Y aunque existe un protocolo de actuación que las autoridades recomiendan aplicar para evitar enfrentamientos, algunos pescadores aseguran haber dejado de faenar por temor a posibles ataques.
En esos casos, Salvamento Marítimo aconseja eludir todo tipo de estímulo sobre el animal y no sacar el cuerpo por la borda para evitar caídas. Además, recomiendan parar el motor, guardar silencio y contactar con Tráfico Marítimo para informar de su situación y pedir ayuda en caso de que fuera necesario.
Los expertos definen a las orcas como animales «inteligentes y empáticos».