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El rescate del Pisces III es un precedente de éxito ante la desaparición del TitanPaula Andrade

Submarino perdido Titanic  Pisces III, el sumergible que fue rescatado cuando solo quedaban 12 minutos de oxígeno

El accidente ocurrió en 1973 y los dos tripulantes pasaron 84 horas a 500 metros de profundidad

La esperanza por encontrar a tiempo el sumergible Titan, buscado desde que el pasado domingo perdiera la conexión con su buque nodriza cuando descendía al pecio del Titanic con cinco personas a bordo, ha devuelto a la memoria una operación exitosa de rescate ocurrida en 1973, cuando dos ingenieros permanecieron 84 horas y media a 500 metros de profundidad en su cápsula por un accidente y fueron rescatados cuando solo les quedaban 12 minutos de oxígeno.

El suceso tuvo lugar el 29 de agosto de hace ahora casi 50 años 240 kilómetros al sur de Cork, en la Irlanda meridional. Roger Chapman y Roger Mallinson, dos buzos que instalaban cable submarino, cayeron a medio kilómetro bajo la superficie cuando un fallo en el sistema de remolque que les izaba precipitó el vehículo hacia el agua.

«Pasaron unos 30 segundos hasta que chocamos. Apagamos el indicador de profundidad a 152 metros, ya que podría haber estallado, y pusimos cojines con los que amortiguar las posibles lesiones. Además, encontramos pañuelos que nos colocamos en la boca para no mordernos la lengua al impactar», relató Mallinson a la BBC en 2013, que ahora ha recuperado la historia.

A partir de ese momento, a las 9:30 horas de la mañana, comenzó una vertiginosa cuenta atrás para rescatar con vida a los dos tripulantes que, gracias a la lógica y buen hacer con los que dominaron la situación, concluyó con final feliz.

Ilesos por las medidas de prevención aplicadas, ambos disponían de unas 66 horas de oxígeno, ya que ya habían gastado ocho en la jornada de inmersión que habían realizado ese día. Cuando trabajaban, además, debían encender cada 40 minutos un ventilador de hidróxido de litio que absorbía el dióxido de carbono que exhalaban e inyectaba además una pequeña cantidad de oxígeno.

Tras asimilar lo ocurrido, Chapman y Mallinson se aprestaron a asegurarse de que no hubiera fugas, reparar desperfectos y reacomodar el submarino, que había quedado boca abajo. No disponían de abundantes previsiones, por lo que decidieron racionalizar todo lo posible no solo los alimentos, sino también el oxígeno, permaneciendo en silencio y sin moverse para no gastarlo.

«Apenas hablábamos, solo nos tomábamos de la mano y nos dábamos un apretón para demostrar que estábamos bien. Hacía mucho frío y estábamos mojados. Yo no estaba en las mejores condiciones, porque había sufrido una intoxicación alimentaria de tres o cuatro días, pero debíamos seguir con vida», dijo Chapman.

Afuera, en el exterior, un amplio dispositivo de rescate se puso en marcha, con barcos y sistemas movilizados por parte de varios países. Durante los siguientes dos días, tres intentos de rescate frustrados elevaron al máximo la presión por una recuperación exitosa, hasta que en el tercero, transcurridas ya más de 72 horas desde el accidente, Pisces III fue finalmente rescatado.

La pareja había pasado 84 horas y media en el interior del sumergible y habían superado en más de 15 el oxígeno del que disponía el soporte vital inicial. Esto fue posible porque Mallinson decidió cambiar el tanque de oxígeno medio vacío por uno completo antes de realizar la inmersión. «Si no lo hubiera hecho, no lo habríamos contado», relató.