Hallan una explicación a la misteriosa zona del Índico en la que la gravedad es menor
La región conocida como Bajo Geoidal lleva décadas desconcertando a los científicos por su anomalía
1.200 kilómetros al suroeste del extremo sur de la India, en pleno océano Índico, existe una región cuya gravedad es más baja que la media de la Tierra. Se extiende a lo largo de un área de más de tres millones de kilómetros cuadrados –algo más que la superficie de Argentina–, lo llaman el Bajo Geoidal del Océano Índico (IOGL) y durante décadas ha desconcertado a los científicos. Ahora, un equipo de geofísicos cree haber dado con la explicación a dicha anomalía.
Como resultado de esta irregularidad gravitatoria, el nivel del mar sobre ese ‘agujero’ es, además, unos 106 metros más bajos que la media mundial. Durante décadas, las principales hipótesis de su origen han apuntado a una posible singularidad térmica o química en el manto inferior, a entre 660 y 2.900 kilómetros por debajo de la superficie, o a un extraño efecto causado por las corrientes convectivas del manto superior.
Pero los geofísicos indios Debanjan Pal y Attreyee Gosh quisieron comprobarlo por sí mismos utilizando modelos informáticos con los que simular la evolución del manto terrestre a lo largo de los últimos 230 millones de años.
Sus conclusiones, publicadas en la revista Geophysical Research Letters, se resumen en una combinación de factores. Por una parte, la subducción (o hundimiento) del lecho oceánico Tethys, un mar de la era Mesozoica que, antes de que se formara el Índico, creó una depresión en el manto superior que cambió la geología. Por la otra, el ascenso de dos plumas de roca fundida (columnas estrechas de material del manto) desde el límite entre el manto inferior y el núcleo.
Estas plumas, que se originaron hace unos 66 millones de años, cuando un impacto de meteorito provocó una onda de choque que atravesó la Tierra, dieron origen a una actividad volcánica desaforada y formaron volcanes como los del Gran Valle del Rift en África Oriental y los de las islas Mascareñas en el Índico.
La diferencia de este estudio en relación con otros anteriores es que es el primero que utiliza un modelo geodinámico coherente en el que se toma en cuenta tanto la historia tectónica como la actividad volcánica de la región. Los autores esperan que, con ello, se logre comprender mejor la formación y evolución de las plumas de manto y su impacto en la superficie.