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Aunque a los ciudadanos les sorprendió la implosión, los tripulantes tenían claro que podía pasar

Aunque a los ciudadanos les sorprendió la implosión, los tripulantes tenían claro que podía pasarFoto: OceanGate / Edición: Paula Andrade

Un expasajero del Titan desvela la «macabra» advertencia de OceanGate en caso de implosión

Según las explicaciones, el momento de la implosión sería algo parecido a morir aplastado por un elefante sobre un pie con otros 100 elefantes encima

Lo que parecía ser una aventura terminó en una catástrofe. El 18 de junio el Polar Prince lanzó el submarino Titan a las nueve de la mañana en busca de un sueño. Casi dos horas después ocurrió lo menos esperado, se perdió el contacto con el sumergible y los guardacostas de Estados Unidos comenzaron a buscarlo. Días después se confirmó la tragedia: el vehículo teledirigido había implosionado.

En ese momento se comenzaron a plantear las dudas sobre la seguridad del sumergible. Según apuntan algunas fuentes cercanas, OceanGate Expeditions se negó a revisar la seguridad del Titan. Este descuido acabó con la vida del millonario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, de 19 años; el explorador francés Paul-Henri Nargeolet; el ejecutivo de una aerolínea británica Hamish Harding y fundador y director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush.

Aunque a los ciudadanos les sorprendió la implosión, los tripulantes tenían claro que podía pasar, tal y como ha revelado Bill Price, un expasajero del Titan al The New York Times. Además, ha asegurado que se les había avisado de que, en caso de que se produjese este suceso, «la muerte sería instantánea».

Las explicaciones de la empresa eran un tanto «macabras». Según las explicaciones que le dieron a Price, el momento de la implosión sería algo parecido a aplastar una lata de Coca-Cola con un mazo o morir aplastado por un elefante sobre un pie con otros 100 elefantes encima. Tras estos ejemplos apuntó de forma irónica que la forma de morir si se producía una implosión «era tranquilizadora».

Varias expediciones sin éxito

En 2021, el empresario Price dejó California y decidió sumergirse con el Titan. Todo fueron problemas. Durante su descenso, el Titan perdió su sistema de propulsión en un lado, lo que obligó al fallecido y CEO de OceanGate, Stockton Rush, a abortar el viaje. De hecho, la mayoría de los viajes no terminaron con vistas de cerca del Titanic. De las 90 inmersiones del submarino, solo 13 tuvieron éxito.

Durante la inmersión se experimentó otro problema, no pudieron obtener «el mecanismo de caída de peso» para liberar el lastre para el ascenso, como se diseñó, ha declarado Price. Para ello comenzaron a tirar las tuberías una por una y se alinearon en final para correr de un lado a otro e inclinar el submarino para que pudiese subir a la superficie.

Tras varios intentos escucharon un ruido metálico. «Todos colectivamente supimos que un lastre se había caído». Así que continuaron repitiendo el mismo proceso hasta que todos los pesos estuviesen fuera del Titan. Nada de esto impidió que el sumergible repitiera la inmersión al día siguiente. Hubo una diferencia, esa vez sí vieron el Titanic.

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